Sigo la serie dominical de recuperación de algunos de mis debates con protestantes. Esta vez tuvo lugar en septiembre del 2001. Abrió fuego una protestante evangélica. Tituló el epígrafe “Grupo de católicos proponen que María forme parte de la Trinidad”:
…El movimiento iniciado por el Vox Pópuli Mariae Mediatrici liderado por el teólogo Mark Miravalle, de la Universidad Franciscana de Steubenville, en los EEUU, presiona al Papa Juan Pablo II para hacer a María de Nazareth, madre de Jesucristo, la cuarta integrante de la Trinidad. El movimiento, que ya reclutó millares de firmas de los devotos, propone que María sea considerada co redentora de la humanidad. En éste caso, la iglesia de Roma estaría dando oficialmente a la madre de Jesús, credenciales de salvadora de la humanidad con las cualidades divinas y no mas humanas.
Mi respuesta:
Una de las cosas más peculiares de los protestantes es que, en relación a la doctrina católica, hablan de lo que no saben con una facilidad asombrosa.
Ahora resulta que enseñar que María es corredentora la hace formar parte de la Trinidad.
Entonces Pablo es también parte de la Trinidad porque tuvo la osadía de decir que cumplía en su carne lo que faltaba de las aflicciones de Cristo por su Iglesia, ¿verdad?
Y todo aquel que forme parte del ministerio de redención (que no es sino la reconciliación del hombre con Dios) en Cristo Jesús también es parte de la Trinidad, ¿verdad?
Y bueno, ya el colmo es que si a la Biblia se le ocurre decir que somos participantes de la naturaleza divina o que los que están en el cielo mirando a Dios cara a cara son semejantes a Él, eso es porque la Biblia está añadiendo a millones de personas a la Trinidad, ¿verdad?
Por cierto, allá por el siglo II, el principal teólogo de la Iglesia de entonces, Ireneo de Lyon, ya dijo que María era la segunda Eva, “causa salutis” nuestra y madre de la nueva humanidad en Cristo. Curiosamente, Ireneo era discípulo directo de alguien que había recibido el evangelio del mismísimo apóstol Juan. Sí, el mismo que recibió de Cristo el encargo de acojer a María en su casa. El apóstol que más podría saber acerca de las prerrogativas de María.
Esto dijo Ireneo:
“Así como Eva, esposa de Adán, aún una virgen, se convirtió por su desobediencia en la causa de muerte para sí misma y para toda la raza humana, así también María, esposa pero también virgen, se convirtió por su obediencia en la causa de salvación (salud) para ella y para toda la raza humana”
¿siglo IV? ¿siglo IX? ¿siglo XV?
NO, ¡¡¡SIGLO II!!!
María, madre del Señor, icono de la Iglesia, y por tanto, corredentora.
Bienaventurada sea por todas las generaciones.
Extra ecclesiam, nulla salus
Réplica de otro protestante: ¡Hola, Luis Fernando!
Interpretas de una manera muy mal lo que se ha dicho en el inicio de este foro. De lo que se trata es que un buen número de teologos (y demás) desean que María sea incluida en la trinidad. En cuanto a esta frase: “Ireneo de Lyon, ya dijo que María era la segunda Eva, “causa salutis” nuestra y madre de la nueva humanidad en Cristo”. Eso seria su personal interpretación ¡Por muy del siglo que sea!
Realmente lo de “corredentora” apareció mucho mas tarde y después de fundarse la actual iglesia católica con Gregorio VII (no recuerdo el nombre del que lanzó aquella novedosa “doctrina” ¿Ligorio?)
Nada hay en la “tradición apostólica” sobre semejante teoría, al contrario allí lo que encontramos es que no hay otro nombre dado a los hombres en el que podamos ser salvos. Fueron palabras de Pedro (y eso para un católico ha de ser definitivo, a menos que arguya que Pedro no tenía el don de infalibilidad o -¿magisterio ordinario?-)
Si se parte de una base falsa, ¿que valor tiene el resto de la argumentación?
Mis saludos y deseando bendiciones para ti, Luis
A lo cual le respondí: No, María no salva aparte de Cristo. Si María es nuestra “causa salutis” lo es precisamente porque el fruto de su vientre, Jesús, es nuestra salvación.
No hay salvación fuera de Cristo y si creemos que María es corredentora no es que aceptemos que ella nos salva sin necesidad de Cristo, sino que más bien su obediencia a Dios nos trajo la salvación en la persona de su Hijo.
Nosotros decimos “a Cristo por María”, no decimos “María sin Cristo”. No hay oposición a las palabras de Pedro.
Fue Dios quien quiso que María fuera parte esencial de su plan de redención. Tan esencial que fue en ella en quien el Verbo fue hecho carne. Algunos dicen “pudo haber sido en cualquier otra mujer” pero lo cierto es que Dios no eligió a cualquier otra mujer sino a la más excelsa de sus criaturas: María.
Además, mira otro cristiano anterior a Ireneo, también del siglo II, por tanto de la Iglesia primitiva, estableciendo el paralelo entre Eva y María. La primera causa de la desobediencia y muerte, la segunda, causa de la fe y la alegría
San Justino mártir:
Porque Eva, cuando aún era virgen e incorrupta, habiendo concebido la palabra que le dijo la serpiente, dio a luz la desobediencia y la muerte; mas la virgen María concibió fe y alegría cuando el ángel Gabriel le dio la buena noticia de que el Espíritu Santo vendría sobre ella y la fuerza la sombrearía, por lo cual lo nacido de ella, santo, sería Hijo de Dios; a lo que respondió “Hágase en mí según tu palabra”.
Curioso. Parece que esa doctrina acerca de María era bastante corriente entre los cristianos que vivieron inmediatamente después de la era apostólica.
¿Qué? ¿tenían la costumbre esos cristianos de inventarse doctrinas? ¿o más bien no hacían sino enseñar lo que habían recibido de la tradición apostólica, tanto la escrita como la oral?
2ª Tesalonicenses 2:15 . . . manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.
Por cierto, cuando dices eso de que el término corredentora apareció mucho más tarde, me recuerdas a los antitrinitarios que reclaman que la palabra trinidad no aparece hasta muchos años después de que la Biblia fue escrita
¿sabes tú quién fue el primero que utilizó dicha palabrita?
Sin embargo, dirás, el concepto y la enseñanza de la Trinidad está enseñado en la Biblia, aunque no se mencione la Palabra.
Pues bien, el concepto y la idea de María como corredentora y causa de nuestra salvación (el fruto de su vientre es nuestra salvación) está en la tradición de la Iglesia.
Hubo más réplicas, pero lo esencial ya estaba dicho.
Autor: Luis Fernando Pérez Bustamante