|
Campaña de prensa contra Pío IX. |
La Congregación vaticana para la Causa de los Santos responde. |
CIUDAD DEL VATICANO, - Ciento veintidós años después
de su muerte y en vísperas de su beatificación, prevista para el 3 de
septiembre, se ha desencadenado una campaña de prensa contra Giovanni Maria
Mastai Ferretti (1792-1878), quien fue Papa con el nombre de Pío IX.
Las críticas comenzaron con la aparición del libro de John Cornwell «El
Papa de Hitler» en el que acusa a Pío IX, Pío XII y a Juan Pablo II de ser
los pontífices más autoritarios de la historia. Cornwell ataca a Pío IX por
la proclamación de los dogmas de la Inmaculada Concepción y de la
infalibilidad del Papa.
Acusaciones de antisemitismo
Más tarde, la agencia de prensa italiana «Adista» publicó a inicios de mayo
un dossier que llevaba por título «La leyenda del santo secuestrador», en
el que se recogen las antiguas polémicas sobre el caso de Edgardo Mortara,
el niño judío que a la edad de dos años corría el riesgo de morir por lo
que fue bautizado a escondidas por un conocido. Gracias a Dios, el niño no
murió, pero después surgió un problema para la Iglesia de aquel entonces:
¿qué hacer con este niño bautizado a quienes sus padres no querían educarle
en la fe católica? La Iglesia de decidió ocuparse directamente de su
educación contra el parecer de los papás. La historia de Edgardo Mortara,
que más tarde llegó a ser sacerdote en 1873, ha servido para que algunos
acusen al pontífice de antisemitismo.
La polémica sobre el caso Mortara fue relanzada también por el diario
«Washington Post», el 22 de junio, para condenar la labor de Pío IX. Estas
mismas acusaciones se replantearon en Roma, el 27 de junio, por parte de la
Unión de las Comunidades Judías Italianas (UCEI) sobre el tema «Pío IX, la
Iglesia y los judíos, entre religión y política en tiempos del
Resurgimiento italiano». Al inaugurar las sesiones del congreso, Amos
Luzzatto, presidente de la UCEI afirmó: «No queremos entrar en el proceso
de beatificación de Pío IX: es una competencia exclusiva de la Iglesia.
Pero dejamos claro que esta decisión traerá consecuencias para nuestras
relaciones con el Vaticano».
También se ha mostrado crítico contra la beatificación de Pío IX el
movimiento «Nosotros somos Iglesia», que pide la ordenación sacerdotal de
las mujeres, la abolición del celibato sacerdotal y la aceptación del
divorcio. Diecinueve teólogos, que en otras ocasiones ya han contestado el
magisterio de la Iglesia, entre los que se encuentran Hans Küng, Hermann
Häring y Edward Schillebeeckx, han pedido a la Iglesia católica que
renuncie a la beatificación de Pío IX.
Respuesta vaticana
La Congregación vaticana para las Causas de los Santos, sin embargo, tras
una larga investigación necesaria para llegar a la beatificación, no tiene
dudas sobre la bondad de las acciones de Pío IX.
El pasado 7 de febrero, con motivo de la celebración de sufragio de los 122
años de la muerte del pontífice, monseñor José Saraiva Martins, prefecto de
la Congregación para las Causas de los Santos, afirmó: «Come sacerdote,
come obispo y como pontífice, el siervo de Dios, pareció ser y realmente lo
fue un "hombre de Dios"; hombre de oración asidua sin otro deseo que dar
gloria a Dios, el bien de la Iglesia y la salvación de las almas; y no
buscaba nada más que cumplir en todo la voluntad de Dios, por más grandes
que fueran los sufrimientos que tuviera que soportar».
«La santidad del Papa Pío IX está ligada a los acontecimientos más
conocidos de su pontificado», declaró monseñor Saraiva Martins en la
homilía. El prefecto de la Congregación vaticana para las Causas de los
Santos explicó que Pío IX será beatificado exclusivamente por los méritos
religiosos que caracterizaron su «ministerio petrino». «De hecho, se ocupó
de manera decisiva de la preparación y de la formación del clero, prestó
gran atención a la vida religiosa, fundó la Acción Católica, convocó el
Concilio Vaticano I, proclamó los dogmas de la Inmaculada concepción y de
la infalibilidad papal».
Por lo que se refiere a las acusaciones de antisemitismo, monseñor Carlo
Liberati, de la Congregación para las Causas de los Santos, en dos
entrevistas concedidas a los diarios italianos «Corriere della Sera» y
«Avvenire» ha explicado que este Papa «fue el promotor de la liberación de
los judíos del ghetto. En la noche entre el 17 y el 18 de abril de 1948
ordenó que se tiraran las puertas del ghetto. Abrogó las indignas y
humillantes tareas a las que eran obligados los judíos. Declaró que "no
eran extranjeros" e hizo patrullar sus calles para protegerles de una
revuelta popular que estalló precisamente contra la emancipación del ghetto».
Por lo que se refiere al caso de Edgardo Mortara, monseñor Liberati subraya
que «lo que nadie quiere recordar nunca es que, una vez que se hizo
adolescente, se le dio la libertad a Edgardo Mortara para regresar a su
casa. Permaneció durante un mes con sus padres, pero después decidió
quedarse en Roma y hacerse sacerdote. Y cuando ya era sacerdote se
reconcilió con sus padres. De hecho, Edgardo Mortara fue uno de los
primeros testigos que declararon a favor de la beatificación de Pío IX,
deponiendo en el proceso canónico».
Quienes critican a Pío IX afirman que era autoritario y que iba contra el
progreso. Monseñor Liberati responde que «Pío IX non estaba contra el
progreso, es más demostró en el gobierno de los Estados Pontificios
apertura y valentía. Un ejemplo: a él se debe la construcción de algunas
importantes líneas ferroviarias del centro de Italia»
Por lo que se refiere a la cuestión de la pérdida del poder temporal de los
Papas, Pío IX no se preocupaba por perder el poder, sino por el hecho de
que la Iglesia quedara a la merced de un Estado. «Se oponía a la política
que fuera de Italia --por ejemplo, México y Portugal-- perseguía a la
Iglesia y la encerraba en el silencio».