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El Bautismo de niños ¿Es Bíblico? Comentarios a un artículo de Daniel Sapia

bautismo 1

Hace poco  llegó a mi conocimiento la existencia de un artículo escrito por Daniel Sapia (fundamentalista anticatólico aficionado de Internet)  donde pone objeciones al bautismo de niños. Me quise hacer de una copia y luego de estudiarla e identificar una gran cantidad de imprecisiones y contradicciones me animé a analizarlo y sintetizar algunos puntos en estas pocas líneas.

(El artículo completo de Sapia puede ser localizado como de costumbre en su sitio Web conocereislaverdad.org)

Analizando los comentarios:

Los comentarios del artículo de Sapia los colocaré en un cuadro con fondo azul y los textos del catecismo, la Biblia y otros textos en fondo verde

Cuáles son los requisitos bíblicos para que sea practicado el bautismo por agua?
¿Solo quienes cumplen dichos requisitos pueden ser bautizados?
¿Es bíblico que alguien se transforme en cristiano simplemente por ser bautizado al nacer?
¿Es esta la intención de la Iglesia Católica… o existen otros intereses al bautizar niños?Es importante que no tengamos dudas respecto de esta doctrina. Es fundamental conocer cuales son los requisitos indispensables que Dios promulgó para poder recibir el Bautismo por agua. Sin esos requisitos, el bautismo no tiene valor espiritual y por ende, no causa los efectos que suponemos y por los cuales nos quieren hacer confiar que somos hechos hijos de Dios.

Con estas pocas líneas ya se puede notar que la finalidad del estudio de Sapia. No consiste en realidad en cuestionar el bautismo de niños y a quienes lo practiquen como algo anti-bíblico, sino específicamente cuestionar a la Iglesia católica por ello. Esto por su puesto se debe a la católico-fobia manifiesta en Sapia que ha manifestado en múltiples ocasiones incluso acusando al Papa Juan Pablo II de satanismo.

Sapia omite mencionar (y no creo que por ignorancia) es que el bautismo de niños no es ni mucho menos practicado solo por católicos, también es practicado por la Iglesia Ortodoxa, Anglicana católica y una buena cantidad de Iglesias evangélicas entre las que tenemos nada menos que las Luteranas y Reformadas (Calvinistas). Si Sapia de verdad tuviera intención real de cuestionar lo que el considera falso y no a la Iglesia Católica, el también haría a estas iglesias de blanco de su ataque, más cuando se refiere a estas afirma que sus discrepancias son meramente secundarias porque están unidos en un mismo espíritu.

Sapia es de quienes defienden con insistencia que las diferencias que existen entre iglesias evangélicas son meramente “secundarias” (le encanta tapar el sol con un dedo), sin embargo le vemos aquí confesar que la doctrina sobre el bautismo es fundamental. Y así lo piensan también las otras confesiones protestantes que no dudan en colcar de la cabeza de Sapia un no pequeño número de anatemas.

Es más, si profundizamos un poco en la historia veremos que estas Iglesias evangélicas que practican el bautismo de niños hoy realmente lo hacen desde tiempos de la reforma. Incluso hasta el movimiento protestante anabaptista los protestantes siempre practicaron el bautismo de niños, y los reformadores Lutero y Calvino desarrollaron extensos estudios bíblicos para refutar a quienes negaron el bautismo de niños y les condenaron.

Un poco de historia

En la primera gran confesión protestante conocida como la confesión de Augsburgo “anatemiza” enfáticamente a quienes niegan el bautismo a los niños:

Confesión de Augsburgo 1530 Artículo 9 (Iglesias Luteranas) El bautismo: “Enseñamos que el Bautismo es necesario para la salvación y que por el Bautismo se nos da la gracia divina. Enseñamos también que se deben Bautizar los niños y que por este Bautismo son ofrecidos a Dios y reciben la gracia de Dios. Es por esto que condenamos a los Anabaptistas que rechazan el Bautismo de los niños.”

En los catecismo Menor y Mayor de Lutero hay secciones dedicadas a hablar de la importancia del bautismo de niños. Un manual realizado por el prof. Georg Metzger (Luterano) basado en el catecismo Menor de Lutero explica de manera muy didáctica y bíblica el porqué el bautismo de niños es completamente bíblico.  Puede consultar el estudio completo aquí:

El bautismo de niños, Porf. Georg Metzger basado en el catecismo Menor de Martín Lutero

Otra de las grandes confesiones protestantes es la confesión de Westminster por la cual se rigen gran parte de las iglesias reformadas y presbiterianas hoy día. Esta también declara como bíblico el bautizar los niños:

Confesión de Westminster 28.IV (Iglesias reformadas): “No sólo han de ser bautizados los que de hecho profesan fe en Cristo y obediencia a EL, (1) sino también los niños hijos de uno o de ambos padres creyentes.”

Entre otras confesiones oficiales de fe protestantes renombradas y catecismos publicados por ellos utilizados para adoctrinar al pueblo evangélico tenemos:

Catecismo de Heidelberg pregunta 74. (Iglesias reformadas): “Pregunta: ¿Se ha de bautizar también a los niños?  Respuesta: Naturalmenteporque están comprendidos, como los adultos, en el pacto, y pertenecen a la iglesia de Dios (a). Tanto a éstos como a los adultos se les promete por la sangre de Cristo, la remisión de los pecados (b) y el Espíritu Santo, obrador de la fe (c); por esto, y como señal de este pacto, deben ser incorporados a la Iglesia de Dios y diferenciados de los hijos de los infieles (d), así como se hacía en el pacto del Atiguo Testamento por la circuncisión (e), cuyo sustito es el Bautismo en el Nuevo Pacto (f).a. Gén. 17:7.-b. Mateo 19:14.-c. Luc. 1:15; Salmo 22:10; Isaías 44:1-3; Hechos 2:39.-d. Hechos 10:47.-e Gén.17:14.-f. Col. 2:11-13.

También:

Confesión Helvética (Antigua confesión protestante de 1566) “Nos oponemos a los anabaptistas, los cuales no aceptan el bautismo infantil  de los hijos de los creyentes. Pero según el Evangelio, «el reino de Dios es de los niños», y estos están incluidos en el  pacto de Dios. ¿Por qué, pues, no deben recibir la señal del pacto de Dios? ¿Por qué no deben ser consagrados por el  santo  bautismo,  teniendo  en  cuenta  que ya pertenecen a la Iglesia y son propiedad de Dios y de la Iglesia? Igualmente desechamos las demás doctrinas de los anabaptistas que contienen pequeños hallazgos propios y contrarios  a la Palabra de Dios. Resumiendo: No somos anabaptistas y con ellos no tenemos nada en común. “

La Iglesia anglicana (auque no considerados estos últimos cristianos evangélicos) hicieron otro tanto:

Los 39 Artículos de la religión, (Confesión doctrinal histórica de la Iglesia Anglicana) Capítulo  27. “Del Bautismo. El Bautismo no es solamente un signo de la profesión y una nota de distinción, por la que se identifican los Cristianos de los no bautizados; sino también es un signo de la Regeneración o Renacimiento, por el cual, como por instrumento, los que reciben rectamente el Bautismo son injertos en la Iglesia; las promesas de la remisión de los pecados, y la de nuestra Adopción como Hijos de Dios por medio del Espíritu Santo, son visiblemente señaladas y selladas; la Fe es confirmada, y la Gracia, por virtud de la oración a Dios, aumentada. El Bautismo de los niños, como más conforme con la institución de Cristo, debe conservarse enteramente en la Iglesia.”

Adicionalmente los reformados (quienes si son considerados evangélicos):

Confesión Bélgica 1619 Artículo 34 (La Confesión Reformada de los Paises Bajos y de varias iglesias reformadas actuales, de 1619) “ Creemos y confesamos, que Jesucristo, el cual es el fin de la Ley, por su sangre derramada ha puesto término a todos los demás derramamientos de sangre que se pudieran o quisieran hacer para propiciación y paga de los pecados; y que El, habiendo abolido la circuncisión que se hacía con derramamiento de sangre, en lugar de ésta ha ordenado el Sacramento del Bautismo, por el cual somos recibidos en la Iglesia de Dios, y separados de todos los otros pueblos y religiones extrañas, a fin de estarle a El totalmente consagrados, llevando su enseñanza y estandarte; y nos sirve de testimonio de que El será eternamente nuestro Dios, siéndonos un Padre clemente. Así pues El ha mandado bautizar a todos los suyos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, solamente con agua; dándonos con esto a entender, que así como el agua limpia la suciedad del cuerpo al ser derramada sobre nosotros, lo cual se ve en el cuerpo de aquel que recibe el Bautismo y lo rocía, así la sangre de Cristo hace lo mismo dentro del alma al ser rociada por el Espíritu Santo, ser ésta purificada de sus pecado, y hacer que de hijos de ira seamos regenerados en hijos de Dios. No es que esto suceda por el agua externas, sino por la aspersión de la preciosa sangre del Hijo de Dios; el cual es nuestro Mar Rojo, a través del cual debemos pasar, a fin de evitar las tiranías de Faraón, que es el diablo, y entrar en la tierra del Canaán espiritual. Así los ministros nos dan de su parte el Sacramento, y lo que es visible: pero nuestro Señor da lo que por el Sacramento es significado, a saber, los dones y gracias invisibles, lavando, purificando y limpiando nuestra alma de todas las suciedades e injusticias, renovando nuestro corazón y colmándolo de toda consolación, dándonos una verdadera seguridad de su bondad paternal, revistiéndonos del hombre nuevos, y desnudándonos del viejo con todas sus obras. Por esta razón, creemos, que quien desea entrar en la vida eterna debe ser bautizado una vez con el único Bautismo sin repetirlo jamás; porque tampoco podemos nacer dos veces. Mas este Bautismo es útil no sólo mientras el agua está sobre nosotros, sino también todo el tiempo de nuestra vida. Por tanto, reprobamos el error de los Anabaptistas, quienes no se conforman con un solo bautismo que una vez recibieron; y que además de esto, condenan el bautismo de los niños de creyentes; a los cuales nosotros creemos que se ha de bautizar y sellar con la señal del pacto, como los niños en Israel eran circuncidados en las mismas promesas que fueron hechas a nuestros hijos. Y por cierto, Cristo ha derramado su sangre no menos para lavar a los niños de los creyentes, que lo haya hecho por los adultos. Por lo cual, deben recibir la señal y el Sacramento de aquello que Cristo hizo por ellos; conforme el SEÑOR en la Ley mandó participarles el Sacramento del padecimiento y de la muerte de Cristo, poco después que hubieran nacido, sacrificando por ellos un cordero, lo cual era un signo de Jesucristo. Por otra parte, el Bautismo significa para nuestros hijos lo mismo que la Circuncisión significaba pata el pueblo judío; lo cual da lugar a que san Pablo llame al Bautismo “la circuncisión de Cristo”

El mismo reformador Juan Calvino hace una muy buena defenza bíblica del bautismo de infantes:

Institución de la Religión Cristiana, por Juan Calvino, Capítulo 16. EL BAUTISMO DE LOS NIÑOS ESTÁ MUY DE ACUERDO CON LA INSTITUCIÓN DE JESUCRISTO Y LA NATURALEZA DEL SIGNO

Sorprendente ver que los argumentos que utiliza Sapia HOY eran refutados hace más de 500 años nada menos que por uno de los más célebres reformadores protestantes.

Y hay muchas más confesiones de fe y catecismos protestantes a favor del bautismo de niños, pero no es la finalidad del estudio verlas todas. De momento con lo presentado es evidencia suficiente para demostrar mi primer punto. El bautismo de niños no es algo que practica solo de la Iglesia Católica, sino una doctrina creída desde tiempos de la Iglesia primitiva y compartida por protestantes evagélicos, pero negada entre algunos de sus grupos solo a raíz del movimiento anabaptista.

Luego prosigue Sapia:

Debe quedar claro que la Iglesia Católica, al referirse a “Bautismo”, está significando “bautismo por agua, baño, acto o rito de bautizar”. No se está refiriendo al Bautismo del Espíritu Santo que el creyente experimenta al realizar la profesión de fe, sino al bautismo, como acto,  que “ELLA ESTA AUTORIZADA A PRACTICAR” y mediante el cual se realiza la conversión.

El nacimiento del agua y del espíritu no pueden ser desligados, Pedro dijo “Bauticense” y recibirán “el dón del Espíritu Santo” (Hechos 2,38)

Para la mayoría de las sectas fundamentalistas el bautismo no es más que una manifestación pública de la fe del creyente, un “símbolo” y por tanto cada vez que en la Biblia se ve al importancia del bautismo, el solo entiende la importancia de la profesión de fe.

La realidad es que si bien el bautismo es el sacramento de la fe (los Luteranos y reformados concuerdan con nosotros en este punto) una cosa era la profesión de fe que se hacía ante testigos (Y que hacemos los católicos cada domingo al profesar el Credo) y otra el bautismo como sacramento, el cual era con agua como elemento visible y es cuando el Espíritu Santo limpia el pecado y nos regenera.

Cristo le decía a Nicodemo que para ver el reino de Dios había que nacer de nuevo (Juan 3,3), cuando Nicodemo no entiende Jesús explícitamente explica que el nuevo nacimiento consiste en nacer del agua y el espíritu (Lo cual es una referencia al bautismo).

Otro despropósito de Sapia se ve en el énfasis que hace en las palabras (refiriéndose a la Iglesia Católica) de que “ELLA ESTA AUTORIZADA A PRACTICAR”. Claro, quizá aquí alguien poco informado pudiera interpretar que la Iglesia Católica afirma ser la “única” autorizada a bautizar, cosa que es falso. Cuando un convertido evangélico se convierte a la fe católica no es rebautizado (mientras se haya utilizado la fórmula bautismal Trinitaria),y se considera válido su bautismo.

Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios.» Dícele Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?» Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu  no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. Juan 3,3-6

Lo siguiente que narra el evangelio que Jesús comenzó a hacer luego de darle esta enseñanza a Nicodemo fue BAUTIZAR!!!

Tanto la Iglesia primitiva como los padres de la Iglesia en general interpretaron unánimemente que esta era una referencia al bautismo.

Hay abundante evidencia bíblica sobre que es precisamente en el bautismo cuando son perdonados los pecados. Cuando Pablo ya era creyente el lavó sus pecados en el bautismo. Pablo siempre estuvo claro que es “por el bautismo” que participamos en la muerte y resurrección de Cristo y que somos revestigos de Cristo. Es allí que recibimos el baño de regeneración por la Palabra.

“Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre.” Hechos 22,16

“En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo:” Gálatas 3,27

Sepultados con él en el bautismo, con él también habéis resucitado por la fe en la acción de Dios, que resucitó de entre los muertos.” Colosenses 2,12

“¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva.” Romanos 6,3-4

“Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra,” Efesios 5,25-26

Me llamó también la atención del siguiente comentario de Sapia sobre un texto del catecismo:

“Por el Espíritu Santo, el Bautismo es un baño que purifica, santifica y justifica (Cf. 1° Corintios 6:11)”  #1227  En este texto, como en muchos otros del Catecismo, la Iglesia Católica, para darle “aire de veracidad”, le anexa versículos bíblicos que “supuestamente” corroboran lo afirmado en el Catecismo. Muy buena estrategia, ya que pocos fieles acudirán al texto bíblico para verificar la concordancia y por ende “aceptarán” que lo que dice el Catecismo es bíblico. Veamos que dice Pablo en 1° Corintios 6:11 …

Sapia acusa aquí al Catecismo de sacar los textos de contexto. Curioso para quien cuando le preguntan como se nace de nuevo (Juan 3,3) en vez de ir a la respuesta que está dos versículos adelante (Juan 3,5) salta a Romanos 10,9.

Lo más curioso es que luego Sapia cita el siguiente pasaje bíblico para apoyar su punto:

“¿no sabéis que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No erréis, ni los fornicarios, ni lo idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los maledicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” 1 Corintios 6,9-11

¿Qué interpreta el lector? ¿A qué bautismo se refiere Pablo? ¿Al Bautismo que es un baño en agua o al verdadero y eficaz Bautismo que es el que obra el Espíritu Santo en el corazón mismo de la persona?

No puedo evitar pensar que si fuera tan sencillo, como dice la Iglesia Católica, que bautizando con agua se purificasantifica y justifica a la persona.. ¿porqué no colocan grandes piletas con “agua bendita” en las cárceles de todo el mundo y convierten a todos los presos en Hijos de Dios?

Lo curioso es que el versículo anterior en nada contradice la doctrina católica, ya que afirmamos que es el Espíritu Santo quien nos lava y nos regenera EN EL BAUTISMO. No es el agua, el agua es el signo visible que Dios ha escogido, es el Espíritu Santo que por medio de ese signo visible y la Palabra de Dios la que nos hace nuevas criaturas.

Sapia trata de distorsionar la doctrina católica para apoyar sus argumentaciones siendo que él dice conocerla. El trata de hacer ver que los católicos pensamos que es solo cuestión de agua y por eso el sarcasmo de colocar piletas de agua bendita en las cárceles para convertir a las personas en Hijos de Dios.

Siendo tan desleal como es Sapia en sus distorsiones intencionadas de la doctrina Católica, ¿¿Sería capaz de distorsionar también la doctrina de los mismos evangélicos Luteranos diciendo que ellos creen que el bautismo es SOLO AGUA??

Estudio del Catecismo Menor de Lutero por el prof. Georg Metzer “¿Qué es el bautismo?” Nuestro catecismo nos dice en primer lugar qué cosa no es el bautismo. Dice: “El bautismo no es simple agua solamente.” “No es simple agua” significa: agua común, natural. No es agua solamente, como otra agua. Así parece según nuestra razón. No vemos otra cosa, sino que al niño se le esparce con un poco de agua sobre la cabeza y al mismo tiempo se pronuncian unas pocas palabras. Parece un acto sin mucha importanciaLos incrédulos se ríen y se burlan del santo bautismo. De hecho, hay también muchas iglesias heterodoxas que consideran el bautismo como algo que no tiene mucho valor, que no es gran cosa. Pero no es así. No es solamente agua, sino algo mucho más sublime. “Sino que es agua comprendida en el mandato divino y ligada con la palabra de Dios.” Hay dos cosas en el bautismo que hacen esta agua especial: El mandato de Dios y la palabra de Dios.

El mismo catecismo con el que los luteranos enseñan a sus niños, tacha a quienes piensan como Sapia como “incrédulos que se ríen y burlan del santo bautismo”

Sapia sigue argumentando:

La idea que sostiene e inculca la Iglesia Católica es que ella administra la Salvación, valiéndose para ello del rito bautismal. Aunque no afirma que sea ella la que Salva, sino Jesucristo, a través de su invocación de la Santísima Trinidad en el mencionado rito. Dicho de otra manera, no consideran necesaria la participación activa del bautizado. La Iglesia tiene la potestad de entregar el Espíritu Santo y “hacer cristiano” a alguien.(aunque para ser precisos, no están haciendo un “cristiano”, sino un “católico”, que es distinto)

Que la Iglesia administre los misterios de Dios está atestiguado en el Nuevo Testamento (1 Corintios 1,4) por lo que nada habría que objetar a la conciencia de la Iglesia sobre las facultades que han sido otorgadas a ellas por el mismo Cristo. Fue a los cristianos a quien el les encomendó evangelizar y bautizar (Mateo 28,19-20). Todo está acorde con la Biblia.

Luego afirma que la Iglesia tiene la potestad de hacer cristiano a alguien, como si la Iglesia pudiera pasar por las casas de los musulmanes o judíos bautizándoles los niños a escondidas o algo parecido. Realmente no es la Iglesia la que determina si el niño será bautizado, sino los padres CREYENTES quienes así piden en virtud de su FE. Más adelante seguiremos profundizando en esto, pero que quiero hacer notar es que no es la Iglesia HA SIDO DIOS quien ha querido que los hijos de los padres creyentes participen en su Alianza, y no es de extrañar ya que en la antigua alianza fuera igual, Dios mandaba a circuncidar a los niños de los judíos a los 8 días de nacido y no por eso salía un Sapia judío reclamando que los israelitas se tomaran “la potestad” de hacer judío a alguien. ¿Se violaba la voluntad del niño judío porque sus padres lo circuncidaban haciéndole formar parte del Pueblo de Dios?, ¡NO!, ha sido la voluntad de Dios que los padres decidan en todo (inclusive en cuestiones de Fe) por sus hijos hasta que ellos puedan decidir por sí mismos.

El Nuevo Pacto

Si esto fuera correcto… ¿cuál es el NUEVO PACTO de Dios con el hombre?
Para que haya un PACTO, debe haber 2 partes que pacten, ¿no? En este caso, las dos partes son: Dios (por un lado) y su creación, o sea, cada uno de nosotros (por el otro).
Generalmente, cuando hay un pacto, sucede mas o menos esto: Una parte le dice a la otra: “Si me das esto, yo te doy esto…” (expresado muy sencillamente, claro).

Aquí el PACTO es que Dios Padre nos dice: “Si confiesan a Jesús en su corazón como MI HIJO y su ÚNICO Y SUFICIENTE SALVADOR, yo les concedo SER SALVOS” (Juan 3:16). Aquí nosotros, por nuestro libre albedrío, aceptamos o rechazamos ese pacto. Así de sencillo.

Este argumento es un intento de Sapia de tratar de diferenciar entre el antiguo pacto (que se sellaba con la circuncisión y que incluía niños) y el nuevo pacto (que se sella con el bautismo, y según él es ahora más limitado). Intenta así demostrar que para pertenecer a este pacto hay que creer y como el niño no cree no puede ser bautizado. (En resumen, el niño no participa en el pacto hasta que no cree según Sapia)

Lo que Sapia olvida mencionar es que para participar en todas las alianzas que Dios hizo con el hombre también era necesario creer, también era necesario que ambas partes “pactaran” y no por eso los niños de los padres pactantes quedaban excluidos.

Pero contigo estableceré mi alianza: Entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo.” Génesis 6,18

Y aquí la alianza no solo quedó hecha con Noe y con toda su casa (su mujer, sus hijos, y hasta las mujeres de sus hijos) sino incluso con su futura descendencia

“Dijo Dios a Noé y a sus hijos con él: «He aquí que yo establezco mi alianza con vosotros, y con vuestra futura descendencia, y con toda alma viviente que os acompaña: las aves, los ganados y todas las alimañas que hay con vosotros, con todo lo que ha salido del arca, todos los animales de la tierra. Establezco mi alianza con vosotros, y no volverá nunca más a ser aniquilada toda carne por las aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.» Dijo Dios: «Esta es la señal de la alianza que para las generaciones perpetuas pongo entre yo y vosotros y toda alma viviente que os acompañaPongo mi arco en las nubes, y servirá de señal de la alianza entre yo y la tierra. Cuando yo anuble de nubes la tierra, entonces se verá el arco en las nubes,” Génesis 9,8-14

Cuando Dios decía “Yo establezco mi alianza con ustedes y su descendencia” ¿No debió más bien establecer la alianza con ellos y esperar a que la futura descendencia creciera para poder también establecer la alianza con ellos? Así tendría que haber sido bajo la óptica de nuestro amigo.

Lo mismo la alianza que Dios hizo con Abraham

“Aquel día firmó Yahveh una alianza con Abram, diciendo: «A tu descendencia he dado esta tierra, desde el rió de Egipto hasta el Río Grande, el río Eufrates:” Génesis 15,18

¿Por qué no esperó Dios a que naciera la descendencia? Después de todo según el mentalidad de Sapia ¿Cómo saber si querrían esa tierra?

Esta es mi alianza que habéis de guardar entre yo y vosotros – también tu posteridad -: Todos vuestros varones serán circuncidados. Os circuncidaréis la carne del prepucio, y eso será la señal de la alianza entre yo y vosotros. A los ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón, de generación en generación,” Génesis 17,10-12

En el pasaje anterior es que nuevamente Dios pacta con el hombre (con Abraham) y el pacto con él incluye a su descendencia, ya que dice: “todos vuestros varones serán circuncidados” y esto “de generación en generación”. La circuncisión se hacía a los 8 días de nacido, y aquí nadie pensó que Abraham estaba violando la libertad de sus hijos por el hecho de circuncidarles cuando todavía no tenían capacidad de decidir, ¿Por qué?, porque el tenía pleno derecho de hacerlo. Según al designio de Dios, el Padre tiene la obligación de decidir por el niño quien no puede hacerlo todavía, es su responsabilidad. Y la alianza con Dios más que una imposición era la más grande bendición que los niños podían recibir, ya que pasaban a ser parte del pueblo escogido de Dios?

Así, en la Antigua Alianza también tenían los padres que creer y aceptar dicha alianza:

Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.” Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.»” Éxodo 19,5-6

A esta proposición del Señor todo el pueblo tuvo que aceptar:

“Todo el pueblo a una respondió diciendo: «Haremos todo cuanto ha dicho Yahveh.» Y Moisés llevó a Yahveh la respuesta del pueblo.” Éxodo 19,8

Pero luego del pueblo haber aceptado, los niños quedaron incluidos.

Obviamente esto no le conviene a la Iglesia Católica Romana.
Por todos lo medios posibles, debe hacer sentir al pobre pecador que ella es  IMPRESCINDIBLE  para que él pueda acercarse a Dios.

Como ya hemos demostrado, la razón de que la Iglesia Católica bautice niños no se debe a las paranoicas razones de Sapia. ¿Hemos de aplicar su misma paranoia al resto de iglesias protestantes que bautizan infantes?

No podemos tomar en serio argumentos basados en especulaciones paranoicas y enfermizas. Tanto los católicos, ortodoxos, anglicanos, y luteranos creemos que el bautismo es necesario para la salvación porque por medio de él nacemos del agua y del espíritu.

Si la Iglesia Católica intentara un macabro plan para esclavizar a los creyentes por medio del bautismo, no reconocería el bautismo en denominaciones cristianas protestantes.

Prosigue Sapia citando el catecismo fuera de contexto:

Si queda alguna duda, leamos el Catecismo Católico:

Solamente por medio de la Iglesia Católica de Cristo, que es auxilio general de salvación, puede alcanzarse la plenitud total de los medios de salvación…”  # 816 

No se está refiriendo este texto al bautismo, sin a la plenitud total de los medios de salvación, y por eso el mismo catecismo también dice:

Los que nacen hoy en las comunidades surgidas de tales rupturas “y son instruidos en la fe de Cristo, no pueden ser acusados del pecado de la separación y la Iglesia católica los abraza con respeto y amor fraternos… justificados por la fe en el bautismo, se han incorporado a Cristo; por tanto, con todo derecho se honran con el nombre de cristianos y son reconocidos con razón por los hijos de la Iglesia católica como hermanos en el Señor” (UR 3).” CIC 818

Prosigue Sapia:

Qué dice La Biblia:

La Biblia afirma que recibimos Salvación únicamente al depositar POR FE nuestra vida y nuestro corazón en el Señor Jesús, aceptándolo y reconociéndolo como nuestro único y suficiente Salvador. En ese momento somos Bautizados por el Espíritu Santo, el cual obra en nosotros la verdadera conversión, de muerte espiritual a vida espiritual, y que el bautismo con agua es solo un testimonio público, y que por sí solo (el acto de bautismo) no tiene poder de Salvación.

Hago notar la gran contradicción en el sistema teológico de la denominación de Sapia.

1) Afirma que un niño no puede bautizarse porque no puede creer

Pero luego enfatiza:

2) Que recibimos la salvación únicamente por depositar POR FE nuestra vida y corazón en Jesús

La pregunta de rigor sería ¿Van los niños al infierno?, Porque primero fue enfático en que ellos NO PUEDEN CREER, luego es enfático en que SOLO SE SALVA QUIEN PUEDE CREER, por ende, si también enfatiza que los niños NO PUEDEN CREER, entonces LOS ¡NIÑOS NO SON SALVOS!

Pero Sapia cree que nos chupamos el dedo y cree que semejante contradicción la arregla con esta simple explicación:

Según las propias palabras de Jesús, el Reino de Dios es de los niños. No necesitan que NADIE les permita el acceso. Esto acontece porque los niños son ignorantes del pecado de la humanidad, de la enemistad del hombre con Dios Padre a causa del pecado. Ellos aún no disciernen, no conocen la diferencia entre el bien y el mal, para verse manchados por el pecado y necesitados de un Redentor.

Analicemos por parte los argumentos de Sapia pero antes de comenzar nótese la gran incoherencia que significa decir que los niños como no conocen la diferencia del bien y el mal NO NECESITAN UN REDENTOR!!!! Ahora resulta que los niños no necesitan de la redención universal de Cristo. A esto puede llegar una mente embotada por el sectarismo.

Sapia olvida que la Escritura declara que no hay otro nombre dado a los hombres por el cual ellos puedan ser salvados! ¡Y eso incluye a los niños!

¡¡¡Los niños no necesitan la redención de Cristo mientras sean niños según Daniel Sapia!!!

Debemos aclarar algo: Cristo NO DIJO que el Reino de Dios es de los niños Sapia erróneamente parafrasea la Escritura. El texto dice exactamente:

“Mas Jesús llamó a los niños, diciendo: «Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis; porque de los que son como éstos es el Reino de Dios.” Lucas 18,16

“Mas Jesús les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.»” Lucas 19,14

De alguna manera algunas Iglesias evangélicas sobre la base de los pasajes anteriores han llegado a concluir que Jesús dijo eso porque estos pequeños “no tienen pecado original” y que por lo tal tienen entrada al reino de los cielos y no necesitan nacer de nuevo. Esta conclusión es falsa. Todos incluyendo los niños estamos privados de la gloria de Dios desde el momento de nacer:

Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo.” 1 Corintios 15,22

(Habría que preguntarle a Sapia si cree que los niños no son descendientes de Adán).

El pasaje NO DICE que los niños no tienen pecado, ni que no necesitan ser bautizados, así que esa idea es “impuesta” a ese pasaje. El texto nada se dice de pecado.

El uso del término “de los que son como ellos”, “de los tales” (término que utiliza al Reina-Valera) se refiere a los que “son semejantes a ellos”. Jesús no está hablando de una “condición” sino de “disposición”. Cristo dice, que el reino de los cielos es de “los que son semejantes” a los niños. Por lo cual no se dice nada si los niños tienen pecado o no lo tienen, ni si necesitan nacer de nuevo, deducir tal conclusión de ese texto es “asunción”

Cristo estaba haciendo énfasis, no en que los niños estaban en un estado ó condición “sin pecado”, sino que los niños poseían cualidades que les hacían falta a los adultos que estaban escuchando y que nos hacen falta a nosotros si queremos entrar en el reino de los cielos. Los niños son humildes, no guardan rencor, no están contaminados de malos deseos y su confianza está puesta completamente en sus padres. Así mismo nosotros tenemos que ser “como ellos” en ese sentido. Debemos hacernos humildes ante Dios, perdonar en todo momento, hacernos puros y limpios de corazón (pero no por no haber tenido oportunidad de pecar, sino habiéndola rechazado luego de presentarse la ocasión) y así como los niños tienen plena confianza en sus padres nosotros tener puesta toda nuestra confianza en nuestro Padre celestial.

Esta misma idea es repetida por Jesús en otros pasajes donde hace énfasis en la necesidad no de ser niños sino de tener ciertas cualidades de los niños.

“Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él.»” Marcos 10,15

“y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.” Mateo 18,3-4

El pasaje anterior reafirma nuestra tesis anterior, Cristo no estaba diciendo que el mayor del reino de los cielos eran los niños, sino quienes se “hicieran pequeños” como los niños, quienes tuvieran la “humildad” semejante a la de un niño porque es la humildad lo que Cristo está colocando como requisito para entrar en el reino de los cielos, y por eso Jesús se refiere al adulto que se hace niño.

Pero prosigamos viendo las inconsistencias de Sapia. En otra parte insinúa que los niños NO son hijos de Dios:

Puede un niño SER HECHO hijo de Dios ?

Dice el Catecismo Católico:

“…Por tanto, la Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administran el Bautismo poco después de su nacimiento.”  # 1250 

Sería bíblico decirlo de la siguiente manera: “…por lo tanto, la iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimables de ser hijo de Dios si no le predican el Evangelio de Jesucristo desde temprana edad, como dijo Pablo a Timoteo: …y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para Salvación por la fe que es en Cristo Jesús… (2° Timoteo 3:15) “

Creo que, gracias a este texto del Catecismo (# 1250no queda ninguna duda que la Iglesia se arroga el derecho y la potestad de administrar la gracia de Dios, a través del bautismo de agua, sin necesidad de que el bautizado “participe” del acto, y mucho menos, ejerza su fe.

¿Es esto bíblico? ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras acerca de la manera en que somos hechos hijos de Dios? ¿Puede alguien HACERNOS Hijos de Dios?… veamos:

“A todos los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios
(Juan 1:12)

Evidentemente el Plan de Dios es muy distinto a lo que afirma la Iglesia Católica.
Si bien es cierto que el papel de la iglesia de Cristo (hermandad de creyentes) es importante para instruir en el conocimiento que salva, gracias a la predicación del evangelio, nos convertimos en Hijos de Dios NO gracias a la predicación de la iglesia, sino a nuestra fe en Jesucristo a causa del conocimiento que infundió en nosotros la iglesia (cuerpo de Cristo).

En resumen, tenemos por un lado a Sapia diciendo:

1) Los niños no necesitan el bautismo porque de ellos es el reino de los cielos.

2) Los niños no pueden creer por tanto no son hijos de Dios (por lo menos hasta que puedan creer).

Por ende:

3) ¡¡¡El reino de Dios es de quienes no son Hijos de Dios!!!

Luego en otro lado mantiene su inconsistencia:

Remedio necesita un enfermo, educación necesita un ignorante, Salvación necesita un perdido que va al infierno; entonces si los niños heredarán el Cielo, no necesitan algo que ya tienen, MIENTRAS SEAN NIÑOS. Claro y sencillo.

Según Sapia, a pesar de que los niños no son hijos de Dios porque no pueden creer, afirma que no irán al infierno si mueren MIENTRAS SEAN NIÑOS, ósea, ¡mientras NO SEAN HIJOS DE DIOS!.

¿Qué pasa si le sorprende la muerte al preciso instante de dejar de ser niño?

“Pero con el don no sucede como con el delito. Si por el delito de uno solo murieron todos ¡Cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre Jesucristo, se han desbordado sobre todos!” Marcos 5,15-16

“Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura toda la justificación que da la vida. En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos.” Romanos 5,18-19

El argumento de Sapia no es sostenible bíblicamente, todos fuimos “constituidos” pecadores y todos necesitamos un redentor.

Es importante aclarar aquí que la Iglesia nunca enseñó que los niños van al infierno, incluso el limbo nunca fue dogma ni doctrina oficial sino una explicación llegó a dar la Iglesia buscando dar una explicación de que sucede con estos niños que mueren sin bautizar. Hoy día creemos que pueden salvarse por caminos no conocidos por la Iglesia.

Lo que no deja de llamar la atención es la posición antibíblica de Sapia al argumentar que los niños no necesitan un redentor mientras sean niños.

Para seguir apoyando su punto de que es necesario Creer primero Sapia afirma:

“Por último, les dijo: Id por todo el mundo; predicad el mensaje de salvación a todas las criaturas; el que creyere (1) y se bautizare (2) se salvará; pero el que no creyere será condenado (3).Y estas señales seguirán a los que creen…(4)” (Marcos 16:15-18)

Estas son palabras dignas de analizar, porque son del mismo Jesucristo. En una frase muy pequeña sintetiza las etapas del camino a la Salvación eterna o a la perdición eterna

(1) “…el que creyere..”  1° pasoFE. Creer es aceptar la verdad del Evangelio, reconocerse pecador, entender que los pecados son faltas para con Dios a nivel espiritual y por ende deben ser sanadas a nivel espiritual, cosa imposible para la persona mediante obras, aceptando a Jesucristo como el único con la potestad entregada por el Padre para redimirnos, a través de su muerte y la victoria de la resurrección.

(2) “…y fuere bautizado..”  2° pasoBAUTISMO. Una vez aceptada la necesidad de un Salvador a nivel espiritual, y reconociendo que Jesucristo es el único apto, nos transformamos en Hijos de Dios y somos BAUTIZADOS por el Espíritu Santo, que viene a morar en nosotros. El Señor nos manda testificar públicamente mediante el acto simbólico del bautismo el cambio de la “vieja vida” (inmersión) al renacimiento del nuevo hombre en Cristo Jesús.

(3) “…el que no creyere será condenado…”  Aquí claramente indica que el condenado será el que no crea, y no el que no se bautice. Es más, el acto simbólico del bautismo no es mencionado ni remotamente para condenar a una persona a la perdición eterna (“quien no se bautizare irá al infierno…”). Tampoco habilita solo por el bautismo, sin profesión de fe, a la salvación de la persona (“el que no creyere pero se bautizare será igualmente salvo…)

(4) “…estas señales seguirán a los que creen…”  Como si no hubiera quedado claro hasta aquí, Jesús completa la frase indicando una serie de señales (echar fuera demonios, Hablar nuevas lenguas, sanar enfermos, etc.) que seguirán a los que creen. No dijo: “.. a los que se bauticen…”, dijo Jesucristo: “… a los que creen…”

Aquí el error de Sapia y de las Iglesias protestantes que están en contra del bautismo de niños consiste en no interpretar la Biblia en su contexto. En Marcos 16,15-18 Cristo está dando la gran comisión de predicar el evangelio. El evangelio sería predicado a ADULTOS que evidentemente deberían CREER para ser justificados por la fe. La Iglesia nunca ha negado que sea necesaria la fe en el adulto (ni modo bautizarle aunque no quiera), más como vimos anteriormente, una vez el adulto pase a formar parte de la familia de Dios, sus hijos también en virtud de la FE de su padre.

“Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristopara remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo; pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor = Dios nuestro.»” Hechos 2,38-39

Pedro manda a todos los oyentes (adultos) a arrepentirse y a hacerse bautizar (Está hablando a adultos) para que se le perdonen los pecados y reciban el Espíritu Santo (Los adultos deben entonces creer), pero luego hace una aclaración cuando dice “pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos”. ¿Se referiría aquí a que tenían que esperar que sus hijos crecieran para recibir la promesa? No lo creo.

Siempre en las alianzas de Dios y su pueblo siempre incluyó niños. Pues la verdad también respecto a la Nueva Alianza también se profetizó que todos estarían incluidos:

He aquí que días vienen – oráculo de Yahveh – en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de Judá) una nueva alianza; no como la alianza que pacté con sus padres, cuando les tomé de la mano para sacarles de Egipto; que ellos rompieron mi alianza, y yo hice estrago en ellos – oráculo de Yahveh -. Sino que esta será la alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos días – oráculo de Yahveh -: pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su hermano, diciendo: «Conoced a Yahveh», pues todos ellos me conocerán del más chico al más grande – – oráculo de Yahveh – cuando perdone su culpa, y de su pecado no vuelva a acordarme.” Jeremías 31,31-34

“«Sucederá después de esto que yo derramaré mi Espíritu en toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.” Jeremías 31,31-34

“…les dice Jesús -. ¿No habéis leído nunca que De la boca de los niños y de los que aún maman  te preparaste alabanza?» Mateo 21,16

Si los niños aún amamantando pueden alabar a Dios, y nadie puede reconocer que Jesús es el Señor sino es inspirado por el Espíritu Santo ¿Quiénes son estos hombres que quieren negarle el bautismo a aquellos sobre los cuales el Espíritu Santo ha decidido derramarse?

Así como Pedro no negó a los gentiles recibir el bautismo por haber recibido el Espíritu Santo, ¿Puede algún protestante con su interpretación privada de las Escrituras negarle esto a un niño?

“«¿Acaso puede alguno negar el agua del bautismo a éstos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?»” Mateo 21,15-16

Aunque el adulto se justifica por su FE en el bautismo, en virtud de la fe del Padre el niño es también “santo” (Hijo de Dios).

“Pues el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente. De otro modo, vuestros hijos serían impuros, mas ahora son santos” 1 Corintios 7,14

El texto anterior es interpretado por algunos protestantes como que cuando un miembro de la familia es creyente, él es como una “isla de fe” y las bendiciones que recibe el creyente son derramadas sobre el resto de la familia que se verá motivada a conversión. Esta interpretación que ciertamente tiene algo de verdad se queda muy pero muy corta e ignora por completo el lenguaje bíblico que está utilizando Pablo.

Pablo dice que con la fe de uno de los cónyuges los hijos “son santos” (en presente). El pasaje no dice que sus hijos serán (en futuro) santos, (desde ese momento “ya son santos”). Pablo utilizaba la palabra “santos” a lo largo de todas sus cartas para referirse a los creyentes, (a los hijos de Dios). Si tomamos solamente la carta a los efesios como muestra podremos ver que Pablo utiliza la palabra santos en este sentido por lo menos 9 veces: Efesios 1,1.15.18; 2,19; 3,5; 3,8; 4,12; 5,3; 6,18; Otro término que utiliza Pablo que debe llamarnos la atención es que dice que de lo contrario sus hijos serían “impuros”, palabra que es traducida en otras Bíblias como “inmundos” y que significa que son considerados “paganos”, “gentiles”.

Pablo no está hablando solo de “bendiciones” que reciben los creyentes, sino a pertenencia a la Iglesia. Los hijos de los creyentes (santos) son a su vez “santos” al igual que sus padres Y EN VIRTUD DE SU FE, y los hijos de los gentiles son considerados gentiles al igual que sus padres en virtud de su incredulidad.

Algo adicional que se puede entender del texto es que los niños ya quedan consagrados en el pueblo de Dios en virtud de la fe de alguno de los cónyuges y por lo tanto tienen todo el derecho de recibir el bautismo.

Así mientras Sapia afirma que ellos no son Hijos de Dios mientras no CREAN, Pablo dice todo lo contrario y los llama “Santos” en virtud de la fe de sus padres (término utilizado para referirse a LOS HIJOS DE DIOS). ¿No son hijos de Dios los Santos tampoco?

Una vez más la interpretación privada de Sapia termina contradiciendo a la Escritura. Y todavía tiene el descaro de afirmar:

¡Qué contraste con el laberinto doctrinal Católico!

Laberinto más bien es decir que de los niños es el Reino de los cielos mientras sean niños, pero mientras sean niños no pueden ser hijos de Dios porque no pueden creer, pero si se salvarán si mueren mientras son niños, pero por otro lado afirma que la única forma de salvarse es por medio de creer.

¿ En qué fundamenta la Iglesia Católica la práctica del bautismo de niños recién nacidos?

Dice el Catecismo:

“La práctica de bautizar a los niños pequeños es una tradición inmemorial de la Iglesia. Está atestiguada explícitamente desde el siglo II. Sin embargo es muy posible que, desde el comienzo de la predicación apostólica, cuando “casas” enteras recibieron el Bautismo (Cf. Hch 16, 15.33; 18,8; 1Co 1,16), se haya bautizado también a los niños (Cf. CDF, instr. “Pastoralis actio”: AAS 72[1980] 1137-1156).”  #1252 

a. “una tradición inmemorial de la Iglesia”
La misma Iglesia afirma y reconoce que la “práctica” no es bíblica, sino que es una tradición.

b. “Está atestiguada explícitamente desde el siglo II”
Es curioso como no figura un solo bautismo de niños en el Nuevo Testamento

c. “…es muy posible que…cuando “casas” enteras recibieron el Bautismo…se haya bautizado
también a los niños…”
La misma Iglesia reconoce que esta doctrina la basa en TRADICIONES Y SUPOSICIONES.

Ok, sigamos entonces viendo como Sapia intenta descalificar ahora la enseñanza del catecismo para no hacerla parecer bíblica.

Primero:

Afirma que está basada solo en una Tradición, pero recordemos que lo que entiende Sapia por Tradición no es lo que la Biblia utiliza el término ni lo que nosotros entendemos por tradición (“paradosis” en griego).

Para Sapia, la tradición es una enseñanza meramente humana transmitida de generación en generación, mientras que para la Biblia tradición simplemente significa una enseñanza que se trasmite de generación en generación, de mano en mano sin implicar que esta sea “humana” o “divina”. Así, hay que diferenciar entre la tradición en sentido positivo (aquella que viene de los apóstoles) y la tradición en sentido negativo (aquellas tradiciones que se sobreponen sobre la Palabra de Dios)

Así por ejemplo Pablo por un lado condena las tradiciones humanas según el mundo:

“Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo.” Colosenses 2,8

Y por otro manda a mantener las tradiciones recibidas de él que contienen la enseñanza recibida de Cristo:

“Así pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.” 2 Tesalonicenses 2,15

“Hermanos, os mandamos en nombre del Señor Jesucristo que os apartéis de todo hermano que viva desordenadamente y no según la tradición que de nosotros recibisteis 2 Tesalonicenses 3,6

Cuando la Iglesia afirma que el bautismo es una tradición “inmemorial” no está diciendo que no es parte de la enseñanza de Cristo (cosa que Sapia asume).  Para más detalles respecto a esto, ya que este no es el tema les invito a consultar mi estudio:

Estudiando la Biblia y la Tradición a profundidad

Segundo:

Cuando el Catecismo dice que está atestiguada desde el Siglo II NO QUIERE DECIR que comenzó a practicarse en el siglo II, SINO QUE QUIERE DECIR que hay evidencia escrita que demuestra que ya desde el Siglo II se bautizaban niños. Orígenes atestigua incluso que esta práctica proviene de los apóstoles. Esto Sapia sabe es verdad y no lo cuestiona. Evidentemente en el siglo II todavía estaban vivos gran parte de los cristianos que recibieron su enseñanza directamente de los apóstoles. ¿Será que tan pronto comenzaron a bautizar niños por su cuenta?

El hecho de que haya evidencia de que ya para esa temprana fecha se hacía es evidencia de que era algo comúnmente practicado en aquella época.

Tercero:

Cuando la Iglesia dice que es “muy posible” que cuando se bautizaban casas enteras se bautizaran niños, NO LO DICE porque piense que los niños en ellas no se bautizaban (El termino “su casa” definitivamente los incluye a todos) sino que acepta de forma objetiva que cabe la posibilidad de que ninguna de esas familias mencionadas en la Biblia tuviera niños. (En ese caso se bautizaron solo adultos por razón obvia)

“Le respondieron: «Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa.» Y le anunciaron la Palabra del Señor a él y a todos los de su casa. En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo y les lavó las heridas; inmediatamente recibió el bautismo él y todos los suyos.” Hechos 16,31-33

“Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y otros muchos corintios al oír a Pablo creyeron y recibieron el bautismo.” Hechos 18,8

“¡Ah, sí!, también bauticé a la familia de Estéfanas. Por lo demás, no creo haber bautizado a ningún otro.” 1 Corintios 1,16

“Una de ellas, llamada Lidia, vendedora de púrpura, natural de la ciudad de Tiatira, y que adoraba a Dios, nos escuchaba. El Señor le abrió el corazón para que se adhiriese a las palabras de Pablo. Cuando ella y los de su casa recibieron el bautismo, suplicó: «Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid y quedaos en mi casa.» Y nos obligó a ir.” Hechos 16,14-15

Sapia intenta descalificar luego estos pasajes tratando de demostrar que no necesariamente habían niños, cosa que la Iglesia no niega y por eso el “posiblemente” que Sapia critica:

Ejemplos de comentarios de Sapia a este respecto:

Dice Hechos 16:15:
“Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.”
¿En que nos podemos basar para afirmar que en la familia de la bautizada había niños?
¿Una doctrina debe ser validada porque se afirma.. o porque NO SE NIEGA?
¿Puede utilizarse Hechos 16:15 para fundamentar la doctrina católica del bautismo de niños?
Ciertamente que no.

Aquí ciertamente Sapia no atina a argumentar nada, simplemente afirma que no se especifica la existencia de niños, pero eso precisamente que la Iglesia utiliza la palabra “posiblemente” hablando de la existencia de niños en esas familias. Ahora, aceptemos como posible que en una, dos casos no hubieran niños, es mucho más probable que hubieran niños en esas familias que el que no lo hicieran.

Dice Hechos 16:33:
“Y él [el carcelero], tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos”
¿En que nos podemos basar para afirmar que “todos los suyos” incluía niños?
Aunque existe una explicación mas contundente que demuestra que este versículo NO INCLUYE a los supuestos bebés que supuestamente vivían con “los suyos”.Veamos que decía el texto bíblico precedente:
“Él [el carcelero] entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos le dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la Palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.” (Hechos 16:29-32)O sea que, “todos los suyos” que posteriormente fueron bautizados, previamente habían recibido la Palabra del Señor y habían creído… ¿acaso hay que suponer que los  bebés de la casa también habían escuchado el evangelio y habían creído? ¿o fueron bautizados SOLO los que habiendo escuchado, creyeron en Jesucristo como su Redentor?
¿Puede utilizarse Hechos 16:33 para fundamentar la doctrina católica del bautismo de niños?
Ciertamente que no.

Aquí Sapia puede alegar algo que no podía negar en el anterior, ya que aquí el apóstol afirma que le habló del Señor a los de su casa, más de haber habido niños ¿Hubiera tenido que escribir Pablo “Le hablaron de la Palabra del Señor a él y a los de su casa excepto los niños?” Realmente no. Hubiera podido decir exactamente como lo dijo porque está sobre entendido que a los bebes no se les predica, pero eso no quiere decir que de haberlos no puedan ser bautizados, y por eso Sapia olvida hacer notar que las palabras de Pablo al carcelero fueron: “Cree en el Señor Jesucristo , y serás salvo, tú y tu casa” y no “Crean cada uno para que sean salvos cada uno”.

Por su puesto, estamos claros que el adulto tiene que creer, pero la frase de Pablo es muy significativa porque confirma lo que antes ha planteado de que con la Fe de uno de los padres ya el niño es SANTO y por tanto tiene todo el derecho de recibir el bautismo.

Dice Hechos 18:8:
“Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa, y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.”
¿En que nos podemos basar para afirmar que “toda la casa de Crispo” incluía niños?
Aunque existe una explicación mas contundente que demuestra que este versículo NO INCLUYE a los supuestos bebés que supuestamente vivían “en toda su casa”. Y curiosamente notamos que no hace falta hacer referencia a otro versículo, ya que este es lo suficientemente explícito para demostrar que fueron bautizados todos los de su casa QUE CREYERON… ¿Cómo hicieron los bebés de la casa de Crispo para creer lo que se les explicó?
¿Puede utilizarse Hechos 18:8 para fundamentar la doctrina católica del bautismo de niños?
Ciertamente que no.

Notemos que Sapia hace parecer que en la casa de Crispo no habían niños porque afirma que luego dice “oyendo, creían y eran bautizados”, pero eso se refiere a los últimos mencionados “muchos de los corintios” ,como el caso de Crispo cuando sucedía lo mismo, se refería a adultos que primero tenían que escuchar, y si creían eran bautizados ellos y “su casa”

Dice 1° Corintios 1:16:
“También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro”
¿En que nos podemos basar para afirmar que “la familia de Estéfanas” incluía niños?
¿Puede utilizarse 1° Corintios 1:16 para fundamentar la doctrina del bautismo de niños?
Ciertamente que no.

Nuevamente aquí Sapia mantiene la línea argumentativa de que no hay evidencia de que en TODA LA FAMILIA de Estefanás no había ni un solo niño. (En tiempos que no había TV es algo dificil de creer)

Como hemos visto, es posible que en alguna de las familias no hubieran niños, aceptemos también que hay una remota posibilidad de que en todas esas familias juntas no hubiera tampoco un solo niño. Es dificil pero no imposible. Eso no desmentiría el bautismo de niños, sino que simplemente no se bautizaron porque no los tenían. Y por eso la línea argumentativa de Sapia se limita a tratar de probar que existe la posibilidad de que no los habían en vez de negar que el término “su casa” los incluye (cosa que sería imposible de negar).

Luego de todo el planteamiento Sapia termina su estudio afirmando que el bautismo de niños es parte de un plan macabro para tener esclavizados y dependientes a los fieles a la Iglesia Católica. Aquí un extracto de su argumentación

¿ Entonces, si no es bíblico, porqué la Iglesia Católica bautiza niños recién nacidos?

Todo ser viviente, incluido el ser humano, por supuesto, NACECRECESE REPRODUCE Y MUERE.
El principal objetivo de la Iglesia Católica, desde siempre, ha sido transmitir el alto grado de necesidad que tienen de ella los hombres para ganar las gracias necesarias que le permitirán vivir una eternidad celestial. “Fuera de la Iglesia Católica, única verdadera, no hay Salvación”

Obviamente, para cimentar esta creencia, qué mejor que manifestarla en cada etapa de la vida de las personas. Además, teniendo especial cuidado en que quede BIEN CLARO, que NUNCA podrán estar seguros de que “ya lo consiguieron”, argumento que servirá para que la dependencia sea “perpetua” (inclusive post-mortem, con el famoso “purgatorio”)

Sapia trata de hacer ver como malo que la Iglesia enseña que el cristiano aunque bautizado no puede tener certeza absoluta de que salvará. Esto se debe a que Sapia pertenece a una denominación evangélica (bautistas) que afirman que una vez que el hombre a confesado su fe en el Señor Jesús ya su salvación eterna está asegurada. Sin embargo hasta en este punto la doctrina de Sapia se vuelve cada vez más minoría entre otros evangélicos. Menuda unidad en el mismo espíritu, que cada cosa que Sapia critica en los católicos lo profesan tambien sus “hermanos” en la fe. Lo cierto es que esta doctrina no es bíblica y es contradicha explícitamente por la Escritura que asegura que para salvarse hay que perseverar hasta el fin.

“Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de la mayoría se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará” Mateo 24,12-13

Que si Dios no perdonó a las ramas naturales, no sea que tampoco a ti te perdone. Así pues, considera la bondad y la severidad de Dios: severidad con los que cayeron, bondad contigo, si es que  te mantienes en la bondad; que si no, también tú serás desgajado.” Romanos 11,21-22

“Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad. Pero tampoco el justo vivirá en virtud de su justicia el día en que pequeSi yo digo al justo: «Vivirás», pero él, fiándose de su justicia, comete la injusticia, no quedará memoria de toda su justicia, sino que morirá por la injusticia que cometió. Y si digo al malvado: «Vas a morir», y él se aparta de pecado y practica el derecho y la justicia, si devuelve la prenda, restituye lo que robó, observa los preceptos que dan la vida y deja de cometer injusticia, vivirá ciertamente, no morirá. Ninguno de los pecados que cometió se le recordará más: ha observado el derecho y la justicia; ciertamente vivirá.” Ezequiel 33,12-16

“los hijos de tu pueblo dicen: «No es justo el proceder del Señor.» El proceder de ellos es el que no es justoCuando el justo se aparta de su justicia para cometer injusticia, muere por ello. Y cuando el malvado se aparta de su maldad y observa el derecho y la justicia, vive por ello. Y vosotros decís: «No es justo el proceder del Señor.» Yo os juzgaré, a cada uno según su conducta, casa de Israel.” Ezequiel 33,17-20

“Y esto, teniendo en cuenta el momento en que vivimos. Porque es ya hora de levantaros del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.” Romanos 13,11

“Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación,” 1 Pedro 2,2

“Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿Cómo es posible esperar una cosa que se ve?” Romanos 8,24

“Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible. Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacíosino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado.” 1 Corintios 9,25-27

“Así pues, queridos míos, de la misma manera que habéis obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajad con temor y temblor por vuestra salvación,” Filipenses 2,12

 

Basta ver unos cuantos pasajes bíblicos para darse cuenta de que la paranoia de Sapia de ver planes esclavizatorios de parte de la Iglesia es injustificada. Si desea profundizar más en este tema (que no es el que nos atañe ahora) consulte:

¿Seguridad de salvación?, tradujo Fernando Machado

Estudiando la Salvación a profundidad, por José Miguel Arráiz

Hago notar adicionalmente para cerrar este tópico que la cantidad de Iglesias evangélicas que han comenzado a abandonar esta doctrina (una vez salvo siempre salvo) son ya mayoría en Estados Unidos

Sapia termina su exposición tomando un texto fuera de contexto un texto del catecismo:

Obviamente, a la Iglesia Católica esto no le conviene, en absoluto, ya que quedaría en evidencia que es vano el título que ostenta de “Administradora y Apoderada de las Potestades Divinas”.
Así que, el objetivo es bautizar, con el rito Católico Romano, a la mayor cantidad de bebés posibles. Y si no hay Ministros eclesiales capacitados… ¡ no importa !.. cualquiera puede bautizar.
Sí, cualquiera, leyó bien…”En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, si tienen la intención requerida, puede bautizar…”  # 1256 Al recibir a Cristo en nuestro corazón somos Bautizados por el Espíritu Santo de Dios.
Un no bautizado, por consiguiente, no recibió a Cristo como su Salvador. Por ende, no es cristiano.Sin embargo la Iglesia Católica autoriza a un NO CRISTIANO a (supuestamente) CONVERTIR EN CRISTIANO a otro. Increíble…

¿ Con qué derecho la Iglesia Romana autoriza a un inconverso a hablar “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, a un muerto espiritual a ministrar vida espiritual ? ¿ Este poder viene de Dios ? ¿ Dios está de acuerdo ? ¿ el “producto”.. es Cristiano… o Católico ?

 

Ok, para entender realmente que quiere decir la Iglesia citemos el catecismo en su contexto:

QUIEN PUEDE BAUTIZAR

Son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono (cf CIC, can. 861,1; CCEO, can. 677,1). En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar (Cf CIC can. 861, § 2) si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria. La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la salvación (cf Mc 16,16). CIC 1256 

 

Como pueden ver el numeral que cita Sapia del catecismo es mucho más extenso de lo que quiere hacer notar, terminando con puntos suspensivos y omitiendo el resto que aclara que significa “la intención requerida”, nada menos que “querer hacer lo que la Iglesia hace al bautizar”. En resumen, no se está hablando de un NO CRISTIANO, zombi, inconverso o muerto espiritual, sino de un catecúmeno (un creyente que por causas ajenas a su voluntad no ha podido ser bautizado todavía), pero como decía un buen amigo mío, “al parecer La Sola Fides no funciona aquí….”

Conclusiones

A la vista de todo lo planteado se puede incluir que:

Primero: Daniel Sapia ha sido deshonesto al querer plantear el problema como “la posición católica” versus “la posición evangélica” cuando no es así. Si Sapia hubiera hecho notar que el bautismo de niños no era practicado solo por católicos sino también por otras Iglesias cristianas evangélicas tan reconocidas y respetadas como la de él no hubiera podido intentar lograr su objetivo de crer teorías conspirativas producto de la paranoica de las sectas fundamentalistas.

Segundo: Ha sido injusto y parcial, ya que si su amor por la verdad es real al defender una doctrina que el está convencido cree ser bíblica, ha debido incluir en su estudio también al resto de Iglesias evangélicas, la ortodoxa y la anglicana como las “heréticas opresoras del pueblo cristiano” según su línea de pensamiento.

Tercero: Ha quedado demostrado que si hay argumentos muy bíblicos a favor del bautismo de niños. Aunque no estén de acuerdo con la interpretación de Sapia, no quiere decir que no sean válidos. Estos argumentos son compartidos con muchas iglesias evangélicas y fue la posición inicial de los reformadores protestantes quienes condenaron duramente la doctrina contraria.

Cuarto: Ha quedado demostrado que la práctica del bautismo de niños está atestiguada desde el siglo II, y a la vez acorde con la Palabra de Dios. Tenemos entonces que ver cual será la doctrina verdadera. La que practicaban los discípulos directos de los apóstoles y siguió practicando la Iglesia unánimemente de allí en adelante, o la que surgió en el siglo XVI a raíz de la secta anabaptista y que de paso fue condenado duramente por “los padres de la reforma”.

Autor: José Miguel Arráiz

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