Siempre Fiel.
Cada vez que voy a la papelería de la esquina me encuentro con dos cosas. El pelotón de niños que esperan una golosina del padre y la última duda de la señora de la papelería. La primera es fácil solucionar, pero la segunda a veces…
“Es que mi cuñada, la sabatista, me dice muchas cosas que no me suenan, pero como siempre anda citando a la Biblia por arriba y por abajo no sé ni qué decirle.”
Para comenzar, Señora, sería bueno que de vez en cuando leyera la Biblia que yo le regalé. Y a Ud. y a su marido les he invitado muchas veces a las clases en la parroquia.
¿Qué le ha dicho esta vez?
“Me dijo que en su templo están esperando ya el fin del mundo, que se sabe que ya viene porque ya se apareció la bestia de los seises.”
¿Qué, qué?
“Sí, que lo de la bestia que viene al final y que va a poner su número de los tres seises en la cabeza de todos los que son de él. Y que por los números que van con las letras se sabe que el Papa es el anticristo.”
Está grueso. ¿Y esto está en la Biblia?
“Sí, que me lo leyó del apocolesis de la Biblia.”
Apocalipsis, será. Pero, ¿Ud. cree que el Papa Juan Pablo II es el anticristo?
“No, pos cómo….Yo fui a verle las dos veces que vino a México. La foto la tengo todavía en mi casa.”
¿Entonces?
“Pero si está en la Biblia y si la suma de las letras del nombre del Papa sale en seiscientos sesenta y seis. ¿Qué va a creer uno?”
Pasa una cosa. El pueblo católico tiene mucha fe, pero no sabe defender la frente a las invenciones y las trampas de los que se la quisieran quitar.
La secta de los “sabatistas” o los Adventistas del Séptimo Día interpreta las palabras de la Biblia que le interesan según lo que su fundadora le dejó escrito.
La “profetisa” se llamaba Ellen Gould White y fundó su secta por el año 1840 en los Estados Unidos. Ella no buscó en la Biblia la verdad que Dios revela al hombre, sino que se apropió de las palabras de la Biblia para justificar sus propias ideas.
Quizá por eso se dedicó tanto tiempo a las profecías oscuras y simbólicas de la Biblia y menos a la esencia del mensaje de Jesucristo y a la única Iglesia que El fundó, que es la Iglesia Católica.
Pero, bien. Déjeme decirle de dónde viene aquello de la bestia y los tres seises.
La Biblia termina con un breve libro que se llama el Apocalipsis o el Libro de Revelación. Y es que el apóstol San Juan fue inspirado por el Espíritu Santo para dar un mensaje de consuelo a los cristianos de su tiempo que vivieron bajo graves peligros y persecuciones.
San Juan usa muchas imágenes y muchos símbolos bíblicos para transmitir su mensaje, sabiendo que los cristianos de su día sabrían interpretarlos correctamente según la situación actual que estaban viviendo. San Juan no pretendió escribir una crónica adelantada de lo que iba a pasar en nuestros días. Y no vale tomar sus palabras como si fueran un reportaje de periódico que sería trastornar el verdadero mensaje del apóstol. Pero es precisamente lo que hacen los sabatistas.
En el capítulo 13 de su libro, San Juan habla de dos bestias que se van a oponer a Cristo en los últimos días. Una representa el imperio del mal y la otra es el emperador del reino del mal o el anticristo.
Para los cristianos de aquellos tiempos estaba claro que la primera bestia se refería al Imperio Romano que tanto les perseguía y la segunda al Emperador Nerón que echó a los cristianos la culpa de todos los males de su reino .
San Juan escribió en griego, pero su idioma nativo era el hebreo y estaba escribiendo para judíos convertidos al catolicismo. Ellos sabían que las cifras 666 se referían al nombre de “Nerón César”, pues el hebreo antiguo, en vez de cifras (que no tenía), daba un valor numérico a cada letra.
Ellos escribían “NeRUN QeSaR” donde N tenía valor de 50, R de 200, U de 6, N de 50, Q de 100, S de 60 y R de 200. O sea, exactamente 666.
Eso lo hizo San Juan para evitar que los romanos entendiesen de quién estaba hablando. Los romanos no conocían ni el hebreo antiguo ni el verdadero sentido del simbolismo bíblico…por lo visto, Ellen Gould White tampoco.
¿Por qué dice esa señora tal mal informada que el número 666 se refiere al Papa?
Según ella el título oficial del Papa en latín es “Vicarius Filii Dei” (es decir, Vicario del Hijo de Dios) y que la suma de las cifras que corresponden a números latinos sería: V=5, I=1, C=100, I=1, V=5(total de “vicarius”:112); I=1, L=50, II=2 (total de “filli”: 53) y D=500, I=1 (total de “dei”: 501)…o sea, un gran total de 666.
De ahí sacan los sabatistas que el Papa es el anticristo.
Desgraciadamente a la Sra. White se le pasaron varios detalles. Primero, en ningún momento de la historia se ha utilizado el título “Vicario del Hijo de Dios” para el Papa. En todo caso se le dice el Vicario de Cristo como quien guía la Iglesia de Cristo hasta que El vuelva. Lo otro es una invención para ajustar cálculos.
Pero tampoco se ajustan los cálculos. Cualquier niño de primaria le pudiera haber dicho a la Sra. White que en el sistema de números romanos la combinación IV (como en “vicarIUs”) no se lee 1+5, sino 4; y IL (como en “fILii”) no es 1+50 sino 49. Sumadas correctamente las cifras nos dan 662 y no 666.
La verdad es que hasta estas observaciones salen sobrando porque el idioma nativo del autor del Apocalipsis fue el hebreo, escribió en griego con cierta dificultad y no sabía nada de latín. Además si lo que quería con sus símbolos y claves fue evitar que le entendiesen precisamente los romanos, hubiera sido un poco tonto darles la pista en latín.
Ah, sí. Una observación más: si aplicamos el mismo sistema de la Sra. White a su propio nombre, da unos resultados sorprendentes.
Ellen Gould White en cifras latinas nos da: dos veces L=100 de “Ellen”; V=5, L=50 y D=500 de “Gould”; y el doble V=10, I=1 de “White”…un total de 666. Curioso, ¿no cree Ud.?
Fuente: Churchforum.org