Nadie ha dicho jamás que la vida es fácil. El optimista dice que las cosas no pueden ser mejores…y el pesimista teme que sea verdad. Pero uno y otro constatan a diario que la llanta se poncha, la luz se va, el hijito se pone mal, el atole se quema, la suegra viene de visita, la lluvia estropea el paseo, etc… Ni modo. Ya lo decía la Biblia: “La vida del hombre es un combate continuo”.
Lo que nunca he entendido es, siendo así las cosas, por qué hay personas que se empeñan en complicarse aún más la vida. Me refiero a esa gente que pone todo en duda, que buscan la sombra del foco encendido, que quieren arreglar lo que no está roto. Yo creo que ciertas cosas son en sí evidentes y que no hay que darle muchas vueltas.
O como dice el sabio de mi barrio: “Lo que está claro, está claro. ¿Me explico?”.
Así vemos en muchas ocasiones cómo se inventan argumentos para cuestionar o confundir lo que realmente no tiene ningún misterio.
Eso pasa cuando no me gusta algo pero su verdad es tan grande que se me impone. Y es muy peligroso cuando sucede en el campo de nuestra fe.
No tenemos por qué dudar de las doctrinas y tradiciones que hemos recibido. Podemos leer la Biblia y en la vida de Nuestro Señor Jesucristo encontrar un camino claro para nuestras vidas.
Por eso hay que sospechar un poco de los que se nos acercan con la Biblia en la mano para mostrarnos que nuestra fe está equivocada. Después de 2000 años de fe católica, ¿mi hermano separado me va a decir que él acaba de entender lo que la Biblia realmente dice?
¡los católicos no entienden!
Hace no mucho fui al Zócalo. Allí a poca distancia de la catedral me abordó un señor de unos cincuenta años que se presentó como Adventista del Séptimo Día. (Los que por ahí se dicen “sabatistas” o “sabáticos” por aquello de que van al templo los sábados y no los domingos.) Yo no andaba de padrecito, pero la cara la tengo medio católica y me preguntó:
“¿Es Ud. católico ROMANO?”
Imagínate el tono de voz que usarías para preguntarle a alguien ¿te estás muriendo de SIDA? Pues así me sonó su pregunta. Cuando le dije que sí, prosiguió:
“¿Me permite compartir con Ud. una luz de la Biblia que puede cambiar su vida?”
Hombre, ¿qué más quisiera yo?…Y el buen misionero comenzó a mostrarme cita tras cita del libro del Apocalipsis de San Juan insistiendo que ’la gran ramera de Babilonia’ es en realidad la Iglesia ROMANA (¡!) y que ’la bestia’ y ’el anticristo’ y quién sabe cuántas cosas más son el Papa.
Ahí sí que le paré y le pregunté: ¿no se te hace un poco extraño el que Juan llamara al Papa el anticristo estando él mismo presente cuando Cristo nombró a Pedro el primer papa? El sabático sonrió compasivamente.
“Ya sé. Ud. está pensando en el pasaje de Mateo 16,18: ’Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.’ Comprendo su confusión, pero es justo así como le ha engañado la Iglesia ROMANA.”
¿Tú crees?
“Claro. El problema de los católicos es que no entienden la Biblia. No se dan cuenta de que los evangelios se escribieron en la lengua griega y para entenderlos correctamente hay que volver al sentido de las palabras en griego.”
eso me suena a griego…
La frase de Jesús en Mateo 16 es tan contundente que las sectas o la saltan, o buscan la forma de cambiar su sentido obvio. No la pueden dejar como está porque entonces tendrían que reconocer que Cristo fundó una sola Iglesia en Pedro y que los papas que le han seguido en una cadena ininterrumpida desde aquel momento siguen siendo su piedra firme y segura. Este señor me echó el rollo que le habían enseñado.
“En griego la palabra para decir ’piedra’ es petra y significa una piedrota enorme. Pero el nuevo nombre que Cristo da a su amigo es la palabra griega petros que significa ’una piedrita pequeña’ como las que hay en la playa. Los católicos creen que Cristo estaba diciendo que la petra que es su iglesia y el petros que es su amigo son la misma cosa. Pero Ud. puede ver que en griego son cosas bien diversas y que Cristo nos está diciendo realmente qué lejos está el pobre, pequeño Pedro de ser lo que El, Cristo, la Roca, es. Esta frase de Cristo prueba lo contrario de lo que los católicos creen.”
Estoy de acuerdo, le dije en que volvamos al griego, porque está mucho más cercano a la lengua que Jesús hablaba. Pero, ¿por qué parar allí? ¿Por qué no volvemos al arameo?
“¿Al qué?”
Sí, al arameo. Como buen estudiante de la Biblia sabes seguramente que el evangelio de Mateo se escribió primero en arameo, que fue la lengua común de la gente. Fue también la lengua que Jesús hablaba.
“¿No fue el griego?”
El griego fue la lengua de la cultura y del comercio de aquella época. Todo el mundo la entendía, aunque en los pueblos cada quien hablaba la propia lengua. Por eso la primera traducción del evangelio de Mateo fue al griego, para que todo el mundo, y no sólo los palestinos como Jesús y los apóstoles, lo pudieran entender. ¿Me explico?
Sabemos que Mateo escribió en su propia lengua aramea porque un historiador antiguo de aquellos tiempos, Eusebio de Cesarea, nos refiere el dato. Además, la traducción griega guarda algunas expresiones arameas de las que usaba Jesús. Las palabras de Jesús desde la cruz: ¡Elí, Elí, lam-ma sabacthani! Son palabras arameas y significan, ’Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’ (Mt.27,46).
Mira, es más, en las cartas de San Pablo (4 veces en Gálatas y 4 veces en 1Corintios) se conserva el nuevo nombre que Jesús dio a su amigo en el arameo original. La palabra es ’ke-fa’. ¿Qué significa kefa? Lo mismo que petra en griego: piedrota.
La palabra aramea para decir piedrita es evna, y Jesús no usa esa palabra. ¿Ves lo que te digo? En su lengua propia lo que Jesús dice a Pedro es: ’Tú eres kefa y sobre esta kefa edificaré mi Iglesia’. O sea, ’Ahora tú te llamarás ’piedra’ (Pedro, en español) porque en ti, como en una piedra, construiré mi Iglesia’. No son términos distintos, como en el griego.
Se quedó pensando un momento el amigo. Seguramente no son muchos los católicos que le responden con la misma Biblia que él usa como arma de ataque.
“Espera. Si es así, entonces ¿por qué se tradujo al griego con dos palabras (petra y petros) que tienen sentidos diversos?”
La palabra petra es femenina. Está bien para la segunda parte de la frase: y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Pero para conservar el juego de palabras en griego, había que ponerle una terminación masculina para el nuevo nombre de Pedro. ¿A poco Jesús le va a decir a su amigo ’tú eres Petra’? Da la casualidad que la palabra petros tiene el otro sentido de piedrita. Ciertamente es una imperfección en la traducción, pero el arameo no tiene la complicación de palabras masculinas y femeninas.
No sólo eso. En griego hay una palabra muy común para decir piedrita y seguramente la hubiera usado el traductor si fuera el sentido de la frase de Jesús. Esa palabra es lithos. Para decir lo que tú quieres hacerle decir a la frase sería mas bien: ’Tú eres lithos, y sobre esta petra edificaré mi Iglesia’. Pero no dice eso. ¿Me explico?
Ya que le había mareado completamente, el señor sonrió, vio su reloj y me dijo que le gustaría seguir hablando pero que tenía una cita en otra parte. No le detuve más.
Una de las doctrinas que más atacan nuestros hermanos separados es la autoridad que Cristo dio a Pedro al fundar su Iglesia en él. Nosotros sabemos que Jesucristo es la verdadera Piedra Angular del Reino de Dios sobre la tierra. Pero sabemos también que mientras esperamos su glorioso retorno, no nos ha dejado sin pastor.
Encomendemos mucho al Papa para que siga fiel a la pesada responsabilidad que Cristo le ha dado.
Autor: Siempre Fiel
Fuente: Churchforum.org