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La Inmaculada Concepción de la Virgen María

inmaculada 4

Objeciones comunes.

Pregunta:

Amigos de apologeticacatolica.org, un amigo protestante me ha enviado un artículo que da varios argumentos bíblicos e históricos contrarios al dogma de la inmaculada concepción.  En ellos se dice que María tenía pecado y que ella misma lo reconocía. Les envío ahora las partes que me han confundido para que me den su opinión al respecto, la cual les agradezco de antemano.

Respuesta:

Ante todo gracias por escribirnos.  Dividiré mi respuesta en varias secciones donde intentaré analizar cada uno de los argumentos que el artículo que me envías expone.

1.  La “bajeza” de María.

Argumento protestante:

“María, llanamente reconoció como era ante Dios. Ella reconoció <<su bajeza>> y la necesidad de Cristo, como <<su Salvador>>. Esa <<bajeza>> de la cual María nos habla en el <<Magnificat>>, no era una manifestación de una gran modestia de María, como Roma dice. Si realmente María hubiese sido sin pecado y perfecta como Jesús, nunca hubiera hablado de su <<bajeza>> porque no la hubiera tenido; esto hubiera sido simple y llanamente: falsa humildad , y esta última nunca se hubiera producido si realmente María hubiera sido << sin pecado concebida>>. La verdadera humildad es reconocer lo que uno es, así como lo que uno no es.”

Este argumento tiene varias fallas. En primer lugar habría que aclarar que una traducción más apropiada del texto del Magníficat al que hace referencia el comentario es este:

“porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,” Lucas 1,48 Biblia de Jerusalén.

La palabra que utiliza aquí el texto griego es ταπείνωσις (tapeinōsis) que puede ser traducida como “humillación” , “estado humilde” (The New Testament Greek Lexicon)  y se refiere a la condición de la persona de donde se reconoce pequeña o hace pequeña. Todos tenemos que reconocer nuestra pequeñez ante Dios más eso no tiene una relación directa con haber pecado. Los ángeles también se humillan ante Dios y no lo han hecho.

Muchas Biblias protestantes traducen aquí esta palabra por “bajeza” (Las diferentes versiones de la Reina-Valera),  y aunque la traducción no es del todo incorrecta porque otra posible traducción de la palabra es “condición baja”,  no me parece aquí esta como la traducción más adecuada.
En Hechos 8,33 se utiliza la misma palabra ταπείνωσις  para referirse a la condición de Cristo.

“…«Fue llevado como una oveja al matadero; y como cordero, mudo delante del que lo trasquila, así él no abre la boca. En su humillación le fue negada la justicia; ¿Quién podrá contar su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.»” Hechos 8,32-33

En este texto las mismas Biblias protestantes que en el primer texto traducían “bajeza” aquí si traducen “humillación”.  Esta forma de traducir parece tendenciosa, porque si la palabra se refiere a Cristo colocan humillación, si se refiere a María colocan bajeza.

La palabra ταπείνωσις (tapeinōsis) viene de ταπεινόω (tapeinoō) que significa “humilde” y a su vez esta de ταπεινός (tapeinos), palabra que utiliza el mismo Cristo para referirse a sí mismo cuando dice:

“Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”  Mateo 11,29

Asumir que María tenía pecado porque habló de su humillación o humildad es como afirmar que Jesús también lo tenía porque la Escritura utiliza las mismas palabras para hablar de su condición.

En el Magníficat María está hablando de su condición humilde, más que de una condición de bajeza que implique estar en pecado. Esto es algo que dicha palabra no implica y a este tipo de conclusiones erróneas puede llevar estudiar la Biblia con una traducción imprecisa sumado a una exégesis deficiente aislada del magisterio de la Iglesia.

Si todavía quedan dudas, ταπείνωσις también se utiliza en Santiago 1,10:

“El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación; y el rico, en su humillación, porque pasará como flor de hierba” Santiago 1,9-10

En el versículo 9 se utiliza ταπεινός (tapeinos) para reflejar la condición humilde de los pobres, mientras que el versículo 10 utiliza ταπείνωσις (tapeinōsis) para referir la humillación de los ricos. Este es otro ejemplo donde se ve que dicha palabra se refiere a la condición de humildad o humillación de la persona, más que una condición pecaminosa. De ser así, tendríamos que entender que Santiago nos manda a gloriarnos en nuestra condición pecadora, sin embargo, el contexto claramente es opuesto a esto.

2.  Sobre el rechazo de los padres de la Iglesia al dogma de la Inmaculada Concepción .

Argumento protestante:

“En cuanto a los padres de la Iglesia dice Eusebio de Cesarea: <<Ninguno está exceptuado de la mancha del pecado, ni aun la madre del Redentor del mundo, sólo Jesús se halló exento de la ley del pecado aun cuando haya nacido de una mujer sujeta al pecado >>San Ambrosio, doctor de la Iglesia y obispo de Milán, dijo: <<Jesús él sólo a quien los lazos del pecado no vencieron, ninguna criatura concebida por el contacto por el hombre y la mujer ha sido exceptuada del pecado original ; sólo ha sido exceptuado Aquel que fue concebido de una virgen sin aquél contacto, por obra del Espíritu Santo>>. San Agustín, doctor de la Iglesia, comentando el salmo 34 versículo 3, afirmó: << María, hija de Adán, murió por causa del pecado , y la carne del Señor nacida de María murió para borrar el pecado>>…

Pero la cosa no queda aquí, hasta hubo tres papas que mantuvieron ese mismo criterio: León I(440-461), dijo: <<Así como nuestro Señor no encontró a nadie exento de pecado, así también vino para el rescate de todos>> . El papa Gregorio el Grande (590-604), comentando el pasaje de Job 14: 4, expresa que Jesucristo es el único que no ha sido concebido de sangre impura, y el único también que ha sido verdaderamente puro en su carne. Inocencio III (1198-1216), dijo: <<Eva fue formada sin la culpa y engendró en la culpa, María fue engendrada en la culpa y engendró sin culpa>>..

Si bien es cierto que hubo algunos casos contados de padres de la Iglesia que mostraron sus dudas respecto a la santidad perfecta de María (Como Santo Tomás de Aquino o San Juan Crisóstomo), estos son ciertamente una infima minoría. La mayoría de citas que menciona dicho artículo o son falsas y están descontextualizadas. Respecto a recomendamos consultar el siguiente estudio:

¿Estaban los padres de la Iglesia en contra del dogma de la inmaculada concepción?, por Alex Grandet

(Debemos ser muy cautos con este tipo de citas que pululan en sitios de apologética protestante, no es la primera vez que citas falsificadas pasan de mano en mano siendo que quienes las toman no se toman en trabajo de verificar las fuentes para determinar si son ciertas o fraudulentas)

3.  Si María no cometió pecado ¿Quiere decir que no necesitó a Cristo como Salvador?

Argumento protestante:

“Por ser María bendita entre las mujeres (Lc. 1: 28), ser un ejemplo de obediencia y de fidelidad a Dios, ¿significa esto que María era perfecta, que no tenía pecado y que por lo tanto, no requería de la salvación que Jesús iba a traer al mundo por su sacrificio en la cruz? No. María, como todos los humanos, no podía salvarse a sí misma, ni por sus obras, ni por su propia justicia ni santidad, porque al igual que todos los demás, ella era humana, y por lo tanto, descendiente de Adán y Eva. La Biblia dice claramente que María se veía necesitada de la salvación que sólo Dios por Su gracia puede dar; y la da por los únicos y suficientes méritos de Cristo Jesús. María exclamó cuando fue a visitar a Elisabet: <<…Mi espíritu Se regocija en Dios mi Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva…>> (Lucas 1:47, 48).

“…. Como dice Miguel Ángel Tiscar, ex- sacerdote católico-romano, << Ella dice, y no podemos decir que María es embustera ni mentirosa. Ella dice: en Dios mi Salvador, luego ¡fue salva!>>. Si fue salva, es que antes estaba perdida, ¿no es cierto? , ya que uno es salvo de la perdición o condenación que por justicia merece (Ro. 3: 23) .

Para responder esta pregunta debemos aclarar realmente que creemos los católicos, ya que en base a las palabras del autor del artículo, este no lo entiende a plenitud.

A la frase “María como todos los humanos no podía salvarse a si misma ni por sus obras, ni por su propia justicia ni santidad, porque al igual que todos los demás, ella era humana ”nosotros responderíamos que estamos completamente de acuerdo. A la frase “María se veía necesitada de la salvación que sólo Dios por Su gracia puede dar; y la da por los únicos y suficientes méritos de Cristo Jesús” diríamos que eso es  100% doctrina católica.

Nosotros no creemos que María no necesitó de la salvación de Cristo, y la dificultad de entender como fue salvada por María por los méritos de Cristo sin haber sido concebida en pecado no es nueva. Inclusive teólogos como san Juan Crisóstomo o santo Tomás de Aquino presentaron sus reparos al respecto.

A este respecto explica Fray Nelson Medina:

“La objeción cesa en cuanto descubrimos que precisamente lo que estamos celebrando es el modo singular en que la salvación de Dios se hizo primero presente en la vida de María. Dios salva levantando al que cae, pero también no dejando caerNo caer es un modo de haber sido sostenido, un modo de haber sido salvadoMaría no es la que no que no necesitó la salvación, sino la que fue salvada de modo peculiar, en razón de su misión particular….Ser salvado no implica haber pecado o haber estado bajo el poder del pecado”

Viéndolo de esta manera, no puede objetarse que nosotros los católicos creemos que María no necesitó ser salvada por Cristo, simplemente creemos que fue salvada de un modo peculiar debido a la misión única y trascendental que tendría que realizar: Albergar en su seno puro y sin mancha al Verbo de Dios. No era esta una misión cualquiera, no sería una carne manchada por el pecado y bajo el dominio de Satanás la que tomaría Cristo para sí mismo. La inmaculada concepción de María para nosotros redunda en beneficio más que en detrimento de la dignidad del Redentor.

Una vez entendido esto podemos entender la falla de este razonamiento del ex – sacerdote cuando pregunta:  “<< Ella dice, y no podemos decir que María es embustera ni mentirosa. Ella dice: en Dios mi Salvador, luego ¡fue salva!>>. Si fue salva, es que antes estaba perdida, ¿no es cierto?”

Hemos visto que esto es impreciso, no solamente puedo haber sido salvado si antes estaba perdido, sino también si fui salvado de llegar a estarlo.  Pongamos un ejemplo simple para ilustrar nuestro punto. Imaginemos que al cruzar la calle un peatón es atropellado por un auto. Alguien viene, le lleva al hospital y este sana. Bien puede decirse que él le ha salvado. Pero imaginemos que al momento de cruzar la calle alguien ve al auto venir y detiene al peatón antes de que sea atropellado. ¿No le ha salvado también?  Utilizando la óptica del ex – sacerdote tendríamos que responder que no, cuando esto es a todas luces incorrecto.

4.  Pero la Biblia dice que todos pecaron…

Argumento protestante:

“La Biblia dice que todos pecaron y están privados de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Al parecer los católicos romanos no se han dado cuenta de que TODOS significa TODOS, y eso incluye a María. El mismo apóstol  Juan declara en 1 Juan 1:10 que si dijéremos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso, y su Palabra no está en nosotros. Con la proclamación del dogma de la inmaculada concepción los católicos romanos han hecho a Dios mentiroso”

Un error común es tomar un texto fuera de su contexto y partir de allí para sacar doctrinas de forma aventurada.

Nosotros los católicos no desconocemos dichos textos, simplemente no creemos que ni San Pablo ni San Juan hayan tenido la intención de incluir o hacer referencia al caso especial de la Santa Virgen María, sino simplemente a la condición general del ser humano.

En primer lugar es incorrecto asumir que en la Escritura “todos” significa siempre “absolutamente todos”. Si leemos bien Romanos 3,23 también dice que TODOS  fueron privados de la gloria de Dios, sin embargo esto no es cierto para absolutamente todos, ya que Enoc y Elías no lo fueron. Testimonios de esto los tenemos en la misma Escritura:

Y anduvo Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” Génesis 5,24

“ Y aconteció que, yendo ellos hablando, he aquí, un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino” 2 Reyes 2,11.

¿Pero cómo podría haber esto una referencia a absolutamente todos si  Enoc y Elías fueron llevados al cielo? ¿Deberíamos pensar que San Pablo no conocía estos eventos bíblicos? ¿O será más consistente suponer que no estaba haciendo referencia a los casos excepcionales?

Pues así como en este caso no lo hacía cuando se refería a estar privados de la gloria de Dios, no hay porque asumir que cuando en la misma frase alega que todos pecaron estuviera incluyendo específicamente el caso de María. Esto es bastante aventurado.

Otro ejemplo de que en la Biblia no siempre “Todos” significa “absolutamente todos” lo tenemos en otros textos:

“Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel; los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor.” Lucas 1,5-6

Aplicando el mismo razonamiento protestante tendríamos que concluir que Zacarías y su esposa no tenían pecado, porque la Escritura afirma que caminaban sin tacha en todos los mandamientos y eran justos.

De la misma manera creemos que el texto de San Juan no pretende hacer referencia al caso particular de la Virgen María, ya que él no está tratando ese tema sino también la condición natural de todos nosotros de pecadores.  Una prueba de esto lo tenemos en que a diferencia de Romanos 3,23 él no está haciendo referencia al pecado original sino a pecados cometidos (El pecado original es un pecado “contraído” y no “cometido” – lo hemos contraído por ser descendientes de Adán, pero no lo hemos cometido nosotros, sino Adán).

Note que San Juan dice: “Si dijéremos que no hemos pecado…”. Cuando se refiere a “haber” pecado habla de pecados cometidos y no del pecado original (el cual repito, no hemos cometido sino contraído a través de la caída de Adán). Sin embargo los niños no han cometido pecados personales, por lo que San Juan tampoco está hablando de ellos. Un niño pequeño podría decir refiriéndose a los pecados personales que menciona Juan que no ha pecado y no por eso haría a Dios mentiroso.

Si cuando San Juan nos dice esto no está contemplando el caso particular de los niños, ¿por qué habría que suponer que estuviera haciendo referencia al caso particular de María – aquella que tenía que tener en su seno y dar su carne al Verbo de Dios?

Es más, el mismo Juan más adelante dice:

Cualquiera que permanece en él, no pecacualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.” 1 Juan 3,6 

En base a este texto sería afirmado aventurar que hubo un tiempo en el cual María no permaneció en El, siendo que el ángel la proclama “llena de gracia” en un estado permanente e inclusive antes de que el Espíritu Santo realizara en ella la obra de la encarnación. Con esto podemos pasar al siguiente argumento.

5. Que significa llamar a María “llena de gracia”

Argumento protestante:

El otro texto bíblico donde Roma se apoya para su dogma mariano es Lucas 1: 28, <<Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres>> (Lucas 1: 28). Veamos, < <Salve >>, en griego <<Chaire>> , significa ¡Saludos!. No es más que un ¡ Hola ! actual. <<¡Muy favorecida!>>, en griego: <<Kecharitoméne>> , a cual participio Roma se ha agarrado para enseñar que María estaba << llena de gracia >> hasta los topes, sin dejar resquicio a pecado alguno, ni original ni personal, carece de todo fundamento, y para refutarla basta con advertir que Efesios 1: 6 usa exactamente el mismo verbo griego, sin que a nadie se le ocurra decir que todos los creyentes están <<llenos de gracia>> a la manera que Roma dice de María. Hechos 4: 33, dice:<<Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos>>, es decir, favor de Dios para con todos, cumpliéndose así las palabras de los ángeles de Lucas 2: 14, <<…en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres>>”

Lo primero que hay que aclarar es que “llena de gracia” si es una correcta traducción para la palabra κεχαριτωμενη (kejaritomene), aunque si hemos de ser precisos, ni siquiera esta traducción abarca el profundo significado de esta palabra.

La palabra κεχαριτωμενη es una extensión de tres palabras: χαριτοω (charitoo), μένη (mene) y κε (ke). χαριτοω (charitoo) significa “gracia”, κε (ke) es un prefijo de χαριτοω que significa que la palabra está en tiempo perfecto. Este indica un estado presente producto de una acción completada en el pasado. μένη (mene) hace esto un participio pasivo. “Pasivo” significa que la acción es realizada en el sujeto (en nuestro caso la Virgen María) por otra persona (en nuestro caso Dios). Resumiendo, la palabra κεχαριτωμενη de María es un participio pasivo de χαριτοω  (charitoo): Es Dios el autor de su estado de gracia: llenada, colmada de gracia.

También es importante hacer notar que cuando el ángel Gabriel utiliza κεχαριτωμενη para referirse a María, lo hace como pronombre (un pronombre toma el lugar de un nombre o un título), lo cual representa la identidad de la persona de la que se está hablando. Así María es identificada con un simple término, el cual no es su nombre (María),

 En base a esto nosotros interpretamos que el ángel no está diciendo que María está llena de gracia (en ese momento) sino que se está refiriendo a ella como la “llena de gracia” o “colmada de gracia”. Ahora, este estado siendo producto de una acción pasada (por ser un participio pasivo perfecto) viene indicando una perfección de la gracia que es intensiva y extensa. El estado de María es un estado de una acción pasada de Dios hacia ella donde la ha colmado de gracia, quedando identificada de este modo.

Cabe resaltar que esta palabra con la que él ángel identifica a María solamente es utilizada para ella en toda la Escritura y la verdad no se de donde el autor de tu artículo ha sacado que Efesios 1,6 utiliza el mismo verbo.  En primer lugar allí aparece es la palabra χαριτοω que es distinto a κεχαριτωμενη. 

Como hemos visto κεχαριτωμενη  no está conjugado de la misma manera que χαριτοω, ya que es un participio pasivo en tiempo perfecto utilizado como pronombre, lo cual es lo que le da a κεχαριτωμενη   la implicación de que el estado de gracia de María es total y permanente.

Un caso similar lo tenemos también cuando la Biblia habla de Esteban. La Escritura narra en hechos 6,8 que estaba “Esteban, lleno de gracia y de poder…”, sin embargo aquí ocurre algo similar, y se trata de un adjetivo “pleres” (lleno) seguido del genitivo “charitos” (χαριτοω) (de gracia). Los adjetivos reflejan cualidades de los sujetos, mientras que los pronombres sustituyen o identifican al sujeto en una oración. Así, hay una diferencia entre la palabra utilizada con María y la utilizada con Esteban, ya que la primera implica un estado permanente de gracia, mientras que la segunda a un estado de Esteban en ese momento.

6. María cumplió con los ritos de purificación porque estaba “impura”.

Argumento protestante:

“En Lucas 2:22 se dice que cuando se cumplieron los días de la purificación de María, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor

Luk 2:23-24 como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor, y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.

Si María fuera sin mácula no hubiera sido necesario presentar las dos tórtolas, no hay que olvidar que la sangre es para remisión, y en este caso sin duda no era por Cristo entones por quien fue derramada la sangre,  y claro está que tiene que ser por María, la cual si necesitaba ser purificada”

De todas las objeciones en contra de la Inmaculada Concepción, citar Lucas 2, 22-24 es el más absurdo.  Se intenta poner como ejemplo el Levítico para justificar el hipotético pecado de la Bienaventurada Virgen María.

Dice el levítico:

Habla a los hijos de Israel, diciendo: La mujer cuando concibiere y diere a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días que está separada por su menstruo, será inmunda“.  Levítico 12,2

Si vemos la prescripción del Levítico, habla de quien da a luz a un varón queda inmunda.  No entraremos en detalles sobre la naturaleza de ese estado de impureza, y si este implica que la mujer haya cometido algún pecado. Recuerde que no es “pecado” dar a luz, tampoco menstruar.

Sin embargo y sin tocar este punto, primeramente hay que tener en cuenta que  María no dio a luz a un simple varón…dio a luz al Hijo de Dios tal y como el ángel le dijo:

…El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios”  Lucas 1,35

¿Es un simple varón como el resto de nosotros ese Santo Ser, el Hijo de Dios, como para causar impureza en una mujer?

Por que en ese caso estaríamos diciendo que Jesús es causa de impureza, ya que se la causó a María.

Pero no, el Santo ser que nacerá de la Virgen es el Hijo de Dios, y recordemos que de ese mismo Hijo de Dios testificó san Juan Bautista

Juan 1, 29 “Al siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: “¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo

Así, ordenando los hechos tenemos que primeramente el autor del argumento afirma que María por dar a luz un varón quedó impura y de allí asume que “en pecado”, sin embargo el ángel aseguró que el Varón que nacerá de la Virgen es un Santo Ser, y que es Hijo de Dios, y por añadidura, Juan nos dice que ese Santo Ser quita el pecado del mundo.

La pregunta sería….¿Que clase de sentido común puede hacer pensar a un cristiano (o que dice serlo) que el Santo Ser por excelencia, el Hijo de Dios que santifica las almas, que al mero contacto de su túnica purificaba hemorroisas y sanaba enfermedades, haya dejado por su nacimiento impura a María?

¿Cómo es posible que el que quita el pecado de mundo dejara por su nacimiento un pecado e impureza en María?

Insinuar que María quedó impura y contrajo algún pecado por dar a luz al Verbo de Dios es francamente ridículo.

No hay que olvidar que Jesús nació bajo la Ley de Moisés:

“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la Ley” Gálatas 4,4

Obviamente, la Mujer que dio a luz a Jesús tenía que cumplir las prescripciones legales. El mismo Jesús las cumplió, ya que fue circuncidado siendo éste un ritual legal.

Que María haya presentado el sacrificio legal no es prueba de su “impureza”, ni mucho menos que haya pecado, todo lo contrario…es prueba su humildad y obediencia a Dios, ya que la Toda pura, a pesar de su santidad, lo hizo por obedecer la Ley de Dios.

Y eso nos recuerda inmediatamente la bella conexión entre Madre e Hijo, pues Jesús mismo, el Humilde de los humildes, hizo lo mismo:

Bautizaba Juan en el desierto y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados” Marcos 1,4

¿Y qué hizo Jesús? Esto hizo:

Aconteció en aquellos días que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán“. Marcos 1,9

¡¡Recibió el bautizo de Juan!!…El cual era de arrepentimiento y perdón de pecados.

Si Jesús era Inmaculado y Santísimo… ¿por qué se sometió a un bautizo que era para pecadores? De utilizar la óptica protestante tendríamos que pensar que Jesús tampoco era inmaculado.

Ahora pasemos al punto de las tórtolas.

¿Por que llevaron las tórtolas? Porque así decía la Ley bajo la cual nació Jesús. Jesús cumplió a cabalidad la Ley, otro ejemplo de esto lo tenemos en el capítulo 17 de Mateo.

Entrando en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los perceptores de la didracma y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga la didracma? Y él respondió: Cierto que sí. Cuando entró en casa, se acercó Jesús y le dijo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran censos y tributos? ¿De sus hijos o de los extraños? Contestó él: De los extraños. Y le dijo Jesús: Luego los hijos son libres. Mas, para no escandalizarlos, vete al mar, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca, y en ella hallarás un estater; tómalo y dalo por mí y por ti.” Mateo 17, 24-27

Según la ley de Moisés (Ex 30.13; 38.26), entre los judíos, cada varón adulto tenía que pagar un impuesto anual para el templo;  tal impuesto era de dos dracmas, o sea, el salario de dos días de un campesino.

Según el mismo Jesús,  Él no tenía que hacerlo y por eso le dice a Pedro: “Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran censos y tributos? ¿De sus hijos o de los extraños? Contestó él: De los extraños. Y le dijo Jesús: Luego los hijos son libres.”

Siendo Jesús el Hijo de Dios cumplió esa prescripción legal. Él era Hijo, no extraño, pero igual cumplió con la Ley. De igual manera no es de extrañar que María también viviera conforme a la Ley.

Igual la Bienaventurada Virgen y el Justo José: sacrificaron las dos tórtolas para cumplir la Ley y no causar escándalo a los judíos.

7. Una mujer no puede ser madre de todos los hombres.

Argumento protestante:

“Es célebre el pasaje de los Evangelios donde Jesús en la cruz le dice a su madre: <<Mujer, he ahí tu hijo>> (Juan 19:26), y luego le dice a Juan: <<He ahí tu madre>> (Juan 19:27). Roma ha enseñado que esa es prueba de que María es < <nuestra Madre>>. Sin embargo, Jesús siempre nos enseñó del Padre que está en los cielos, no de una Madre terrenal ni celestial. Dicen, y muy acertadamente, que <<un texto fuera de contexto es un pretexto>>El que Jesús le dijera a su madre que Juan, el discípulo, sería <<su madre>>, no se puede extrapolar a todos los creyentes, ya que ninguna mujer puede ser madre de todos”

Este argumento realmente no se refiere a la inmaculada concepción, sino que es más bien un rechazo a la maternidad espiritual de María hacia nosotros los cristianos, y aunque no es exactamente del tema en cuestión, aprovecharé de hacer unos comentarios al respecto.

El problema que veo de este argumento es que se sostiene en una afirmación gratuita. Todo argumento para que sea consistente debe basarse en pruebas o razonamientos que le dan consistencia. Aquí la razón que el artículo da para sostener que María no puede ser madre de todos los cristianos es “ya que ninguna mujer puede ser madre de todos”, sin embargo es aquí donde encontramos la afirmación gratuita – porque esto no se puede probar y no solo eso sino que es incorrecto.

Así a esta afirmación podríamos responder con una simple pregunta:

 ¿Y por qué una sola mujer no puede ser madre de todos nosotros los cristianos?

Téngase en cuenta que allí se hace evidente que no está hablando de una maternidad según la carne, sino una maternidad “espiritual”. Este concepto no solo de maternidad sino de paternidad espiritual no es ajeno a las Escrituras.

Abraham por ejemplo es llamado padre de los judíos según la carne:

“ ¿Qué diremos, pues, de Abraham, nuestro padre según la carne? ”Romanos 4,1

Pero también padre espiritual de todos los creyentes por medio de la fe.

“…y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que poseía siendo incircunciso. Así se convertía en padre de todos los creyentes incircuncisos, a fin de que la justicia les fuera igualmente imputada; y en padre también de los circuncisos que no se contentan con la circuncisión, sino que siguen además las huellas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de la circuncisión” Romanos 4,11-12

“ Tened, pues, entendido que los que viven de la fe, ésos son los hijos de Abraham.” Gálatas 3,7

Ahora bien, si el mismo San Pablo no tiene reparos en llamar a un hombre “padre espiritual” de todos los creyentes, ¿Por qué no podría ser María llamada su madre también en sentido espiritual?  ¿Sería coherente que alguien hubiera replicado a San Pablo en ese entonces que Abraham no podía ser padre de todos porque un hombre no podría serlo?

Así como es de inconsistente y “gratuito” este razonamiento con el caso de la paternidad espiritual de Abraham es igual de inconsistente con la maternidad espiritual de María.

Autor: José Miguel Arráiz

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En el idioma popular significa: “La Iluminadora”. (S. Jeronimo M 1.23.780). En el idioma arameo significa: “Señora” o “Princesa” (Bover). El significado científico de María en el idioma hebreo es: “Hermosa” (Banderhewer).