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Como el discípulo amado, así es la Iglesia

Breve estudio bíblico sobre la figura de María en el Evangelio y sobre algunos dogmas marianos: Inmaculada Concepción y Asunción al Cielo.  

Jesús entregó al discípulo a quien él amaba a su madre María:. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa (Jn 19, 27). Hoy en día ¿en qué casa es María recibida?

¿Por qué honramos a María? Por muchas razones pero siempre lo principal es que al honrar a María seguimos el ejemplo de Dios y de su hijo Jesucristo, quienes la honraron. El ángel Gabriel portavoz de Dios, llevando el mensaje del Padre, le dijo: Salve muy favorecida (llena de gracia) (Lc 1, 27). También dijo: Bendita tú entre las mujeres. Dios Padre la honra aquí dos veces. Dios “exaltó” a María (1, 52).

Elizabet llena del Espíritu Santo (Lc 1, 41) también le dijo, Bendita. Entre todas las mujeres .. bienaventurada (Lc 1, 42 y 45). El teólogo evangélico, Rodelo Wilson , afirma que: “Bendita tú entre todas ” es una forma hebrea de decir la más bendita de todas las mujeres (1).

María es la única llamada “bienaventurada” personalmente por Dios. Las personas que verdaderamente están llenas del Espíritu Santo como Elizabet no tienen reservas para honrar a María. Además, Elisabet era la prima de María; probablemente se visitaban frecuentemente. Pero cuando Elisabet se enteró de la identidad única de María su reacción fue como la de un católico no como la de un protestante. Tuvo un profundo sentido de reverencia en la presencia de la grandeza de María: ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí (Lc 1, 43)?

Y Jesús la honró también. Él dice que no vino para destruir la ley, sino para cumplirla (Mt 5, 17-18 y Lc 16, 17). Jesús, siendo Dios cumplió perfectamente la Ley moral. Ahora, ¿Cuál es el corazón de la ley?, los 10 mandamientos. Jesús los cumplió perfectamente. Y el mandamiento cuarto dice Honrarás a tu padre y a tu madre. El honró perfectamente a María. Jesús, aunque ahora glorificado, queda un hombre para siempre. Entonces él sigue siendo el Hijo de María. Por eso, la Iglesia católica, que ama tanto a Jesús, quiere seguir su ejemplo. Si Jesús la ama tanto, así la amamos nosotros. Si Pablo dice que los ancianos merecen DOBLE HONOR y MAYORMENTE LOS QUE TRABAJAN EN PREDICAR Y ENSEÑAR (1 Ti 5, 17), ¿diríamos que los María, que está con Dios, no lo merece nuestro honor ? Qué tontería sería pensar que un amigo tuyo no pueda amar a tu mamá, porque esto disminuiría el afecto que él tiene por ti. Al contrario, si te quiere de verdad, te honra al amar a los que tu amas.

Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa (Jn 19, 26-27). Jesús tuvo muchos amigos, pero uno era el discípulo a quien él amaba. Jesús sí ama a todos por igual, porque él es amor. Pero uno fue “el amado”. Y a él Jesús entregó a su madre. Jesús ama a todos sus hijos, pero los que quieren ser como “el discípulo a quién Jesús ama”, reciben a María también. Leemos en Mateo que el ángel del Señor le dijo a José que no temiera recibir a María (Mt 1, 20). ¿Tendrán los hermanos miedo de recibirla? Al fin y al cabo, si Dios nos puede bendecir (Ef 1, 3), cuánto más bendice a la madre de su Hijo. En esta cita, Pablo bendice a Dios Padre y a Jesús! (“Alabamos a Dios Padre” dice Dios Habla Hoy. O sea, “bendecir” es igual a “alabar”!) Y dice que Dios Padre nos bendice a nosotros utilizando la misma palabra.

En la revista evangélica La Buena Semilla hay un artículo que se titula (marzo-abril 1996, p. 16): “La oración, madres intercesoras por los hijos“, y afirma lo siguiente: “Dios quiere bendecir a nuestros hijos y El ha dado a los padres y madres cierta autoridad espiritual en la vida de ellos (¡María en relación con Jesús!). Por lo tanto, la oración de una madre a favor de sus hijos es una oración poderosa… cada madre puede orar eficazmente por sus hijos… Tengamos hijos propios o no, por el simple hecho de ser mujer, Dios nos ha capacitado para la maternidad. Esto implica la habilidad de tener emociones de compasión, ternura… El puede usar estas cualidades para que seamos excelentes intercesoras…” (p. 16). ¡Imagínate la madre de Jesucristo entonces!

En el capítulo 12 del Apocalipsis encontramos cuatro personajes en batalla que representan a grupos de pueblos y a personas específicas. La mujer con el hombre-hijo es María con Jesús. Juan (aludiendo a Génesis 3, 15) en el versículo 17 dice: Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Si tú, hermano, guardas los mandamientos” y “tienes el testimonio de Jesucristo, eres de la descendencia de María. Eres su hijo espiritualmente. ¿O quieres aliarte con el dragón en contra de María? Por eso, cuando Juan recibió a María como su mamá al pie de la cruz lo hizo en nombre de todos los que tienen testimonio de Jesucristo.

Un argumento que usan los hermanos es Juan 2, 4 para decir que Jesús estuvo contra María: ¿Qué tienes conmigo mujer(2)? Aún no ha venido mi hora. Pero se ve que no fue así. María que vivió 30 años con Jesús lo conoce demasiado. Ella sabía que Jesús no la regañó porque ella dijo a los sirvientes: Haced todo lo que os dijere (Jn 2, 5). “Mi hora”, era la hora en que Jesús iba a ser glorificado. Era anticipada en el milagro de cambiar el agua a vino, en el cual ella participó: Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él (Jn 2, 11). Con la intervención de María, Jesús comenzó su ministerio manifestando su gloria, y sus discípulos creyeron. Era imposible que Jesús hubiera despreciado a María si cumplía perfectamente el cuarto mandamiento, especialmente cuando María, por querer ayudar a los casados, estaba actuando por un amor desbordado. ¿Será que Jesús le castigaría por la caridad que ella mostró? María siempre apunta hacia él: haced todo lo que os dijere(3) .

La Nueva EvaLa Nueva Eva

En la Iglesia primitiva, la idea de María como antitipo de Eva fue rápidamente desarrollada con cantidades de obras. El apologista Justino Mártir (en Diálogo con Trifón, 100: 4-6) escribió sobre las semejanzas y las diferencias entre Eva y María como prolongación del paralelo entre Adán y Cristo de Ro 5, 12-21. “Es posible, sin embargo, que Justino hallara ya precedentes a este paralelismo en la más primitiva tradición de la Iglesia” (Textos Marianos de lso Primeros Siglos, Guillermo Pons, Edit Ciudad Nueva, 1994, p. 24. La lista de los padres es larga)(4). Por la importancia que la Iglesia primitiva dio a este tema vamos a tratarlo posteriormente con más extensión.

Jesús llama a María “mujer” (caps. 2 y 19 de Juan). Juan estructura su evangelio para hacer la conexión entre Eva, “la mujer” que cayó por la serpiente, y María (Gn 3, 15) y “la mujer” mencionada en Apocalipsis quien no perdió la batalla con la serpiente, porque su hijo triunfó como Rey. Por esta razón la mujer aparece como Reina: Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas (Ap 12, 1). Pablo entendió a Jesús como el Nuevo Adán (Ro 5, 14). Dijimos que esta idea dio impulso a la reflexión bíblica de Justino Mártir.

La primera doctrina sobre el paralelo: Adán… Nuevo Adán (Jesucristo) y Eva… Nueva Eva (María) lleva nuestra reflexión a lo siguiente: Si Adán, Eva y el Nuevo Adán llegaron a la tierra sin pecado, para completar el paralelismo, María debe haber sido concebida sin pecado también. ¿Por qué decir esto de los tres y no de María? No tiene sentido.

El Antiguo Testamento

Hemos visto que el AT está lleno de prefiguras del NT. Además de las profecías, hay personas, acontecimientos, hasta lugares que prefiguran hechos en la vida de Jesús. Él mismo lo menciona en Lucas 24, 27. En Juan leemos: Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí (Jn 5,,39). Mencionamos cómo el Apóstol Pablo entendió a Jesús de esta manera, lo vio como el Nuevo Adán (Ro 5, 14). La Pascua, en Éxodo 12, prefiguró la Última Cena y el misterio pascual de Jesucristo. Otra cosa que prefigura a Jesús y a su madre María ocurrió en el tiempo del Rey Salomón.

La Reina-Madre

En el AT se habla de una práctica que llegó a ser costumbre permanente. En la corte, la madre del rey ocupaba un lugar especial. Por razones del cuarto mandamiento, el nombre de la madre del rey era asociado con la toma de poder de éste (1 R 14, 21; 15, 2 y 10)(5) . La madre del rey tuvo un título poderoso y prestigioso: GEBIRAH (“señora” paralelo a “señor”) y hasta llevó una corona (Jer 13, 18). La Gebirah es mencionada casi regularmente en las listas de los reyes de Judá (salvo Jorán, Acaz y Asá).

Salomón fue hecho rey (1 R 1, 45-46). El era hijo de David, quien prefigura a Jesús el cual también es el hijo de David. Salomón fue ungido y tomó el trono. (Leer 1 R 2, 12.) También Jesús. A La madre de Salomón, Betsabé, le fue dado un asiento al lado derecho del rey y ella intercedió por la gente ante Salomón. El se inclinó ante ella (1 R 2, 19), y manifestó que no podía negar las peticiones que ella hacía por el pueblo (v. 20). En toda la historia de los reyes de Israel, los profetas nunca criticaron esta institución de la reina al lado del rey. Al contrario fue aceptada por ellos (aunque condenaran a los reyes muchas veces por quebrar la ley de Dios): Hijas de reyes están entre tus ilustres; está la reina a tu diestra con oro de Ofir … Implorarán tu favor los ricos del pueblo. Toda gloriosa es la hija del rey en su morada …. Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre(Sal 45, 9-17).

Es claro que este ejemplo prefigura a Jesús, rey mesiánico (2 S 7, 10-17) y a su Madre (María quiere decir princesa en arameo). Por eso los primeros cristianos, siendo judíos y acostumbrados de esta tradición, no tenían ningún problema cuando la Iglesia veneraba a María como Reina de los Mártires y Santos e intercesora de la Iglesia. Ellos veían a Salomón y a Betsabé como prototipos de Jesús y María, ya que María consintió a dar a luz a Jesús (Lc 1, 31-33 y Mt 1, 21) el Rey y Salvador. Cristo comparte con nosotros su poder real (2 Ti 2, 11-12. Ver Mt 19, 28 y Ap 3, 21 y 22, 5: y reinarán por los siglos. ¡Cuánto más con María!

Después de Betsabé se quedó institucionalizada esta costumbre siempre que había un rey de Israel (como Maaca en 1 R 15, 13). En Proverbios 31, leemos que la reina-madre del rey Lemuel escribió este capítulo para su hijo antes de que él subiera al trono, para que supiera qué tipo de esposa debería tener. (Ver también Jer 13, 18).

El Papa Pío XII dijo que María es reina en sentido restringido y solamente en una manera análoga comparte dignidad real por ser madre de Cristo. Solo Cristo es Rey en el absoluto y pleno sentido. El título de María como Reina del Cielo no viene de que ella se casó con Dios sino está basado en el honor de ser la reina-madre de Jesucristo, el Rey de Reyes e Hijo de David(6) .

Maria-Reina

No sé porqué los hermanos no quieren admitir que María puede ser reina cuando todos los cristianos son reyes: Si sufrimos, también reinaremos con él (2 Ti 2, 12), como lo son los apóstoles: Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel (Mt 19, 28). Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono(Ap 3, 21. Ver 1 S 2, 8). Dice María que los humildes son exaltados (Lc 1, 52) por todas las generaciones (1, 48). Todos los cristianos comparten la dignidad real de Jesús pero una fue “llena de gracia” y también su madre.

En Lucas Jesús dice: Vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. Yo, pues os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí (22, 28-29). ¿Quién mejor que María, cumple esta palabra de Jesús? Si permaneció con Él hasta el Calvario. Ella es Reina de la Nueva Jerusalén con nuestro Rey Jesucristo. Y como es destino de todos los cristianos reinar como reyes con Cristo (Ap 1, 6; 5, 10), siendo María la más grande cristiana, ¿por qué molestarse con ella por ser reina?(7) Vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria (1 P 5, 4; Ver 1 Cor 9, 25). No adoramos a María . Pero sí la veneramos como lo hace su Hijo. Entonces cuando los evangélicos nos ven orando a María piensan que la estamos adorando. No distinguen entre adorar y venerar como nosotros. Venerar a personas justas es bíblico: Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se prostró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías? (1 R 18, 7). Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él(Eliseo) (2 R 2, 15).

Elizabeth le dijo a María: Bendita tú entre las mujeres (Lc 1, 42). A Jesús le dice en igual forma: y bendito el fruto de tu vientre. En el arameo como en el hebreo es un superlativo, como decir “la más bendita entre todas las mujeres”, (y a Jesús: “lo más bendito”). Las palabras de Elizabeth expresan que María era la más santa de todas las mujeres.

También los hermanos citan a Lucas en una manera que parece ir en contra de honrar a María: Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Y él le dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan (Lc 11, 27-28). Ellos dicen que María fue bendita en el pasado pero no lo es ahora. Pero esto es exactamente el problema con la mujer que grita ésto en este pasaje bíblico. Ella estaba pensando que María era “bienaventurada” en el pasado pero no ahora. Además pensaba que María era grande solamente por razones biológicas: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Pero Jesús orientó a la mujer hacia el presente. Decía que lo importante de ella no era solamente las razones físicas sino las espirituales. Como los demás discípulos, María es bienaventurada por oír y guardar la Palabra de Dios. María es modelo de esto. Fue fiel a la Palabra hasta la Cruz, aún hasta el día de Pentecostés (Hch 1, 14).

En Lucas leemos que Simeón le dice a María: Y una espada traspasará tu misma alma (2, 35). Es tradición de la Iglesia que esta “espada” es el dolor que María iba a sentir por los sufrimientos de su Hijo. Pero hay también otra interpretación. En el AT “espada” a menudo se refiere a la palabra de Dios (Is 49, 2 y Sab 18, 15). En el NT siete veces se habla así (Ap 1, 16; 2, 12 y 16; 19, 15 y 21; Ef 6, 17) En Lc 2, 35 vemos cuan semejante es Heb 4,12. La “espada” que penetra el alma de María es la palabra de Dios. Ella es una creyente penetrada completamente por la enseñanza de Jesús, Palabra del Padre. Ella guardó la Palabra:

Y bienaventurada la que creyó (Lc 1 ,45).

María guardaba (no dice guardó una vez) todas estas cosas meditándolas en su corazón (Lc 2, 19).

Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón (Lc 2, 51).

Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan (Lc 11, 28).

Observa que lo que dice María es futuro desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones (Lc 1, 48). Solamente la Iglesia católica cumple esta profecía.

Algunos hermanos mal informados dicen que la creencia sobre María reina salió del paganismo porque en Jer 44 la diosa pagana es llamada “reina del cielo”. Pero ningún católico piensa que María es la diosa Astarté o Ishtar. Para ser consistentes ¿por qué no decir entonces que la creencia en la resurrección de Cristo salió del paganismo que enseñaba que Osiris y Dionisos, dioses de la fertilidad morían y resucitaban(8) . El hecho de que algo pagano tenga el mismo título de algo cristiano no quiere decir que uno viene del otro. En Daniel 2, 37 el rey pagano Nabucodonosor es llamado “rey de reyes”, pero eso no quiere decir que este título no puede aplicarse a Jesucristo como en Ap 17, 14.

LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Inmaculada-ConcepcionY el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo (Ap 11, 19).

La creencia es que María fue concebida sin pecado original. Dios la tenía como parte de su plan salvífico desde el principio: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya (Gn 3,15). No es por casualidad que Jesús llama a María “mujer”, la nueva Eva- en la cruz- porque allí venció a Satanás. (También Pablo utiliza la palabra “mujer” en Gá 4,4). Jesús la exalta como la Nueva Eva: la mujer.

Existen muchos malentendidos sobre la doctrina. El Papa Pío IX, en 1854, proclamó la fe de la Iglesia: que María, desde el momento de su concepción, por un don gratuito de Dios y por los méritos de Jesucristo, fue preservada de toda mancha del pecado original. Esta doctrina incluye que María nunca desobedeció a Dios en toda su vida.

Los hermanos dicen que sólo Dios no tiene pecado, y entonces que María es pecadora. Prueba de esto es que ella misma llamó a Jesús Salvador (Lc 1, 47). Además, dicen ellos, Pablo escribió que no hay ningún justo, nadie busca a Dios,… todos pecaron (Ro 3, 10-12 y 23) (9) .

Ya hemos tocado antes este último argumento de que nadie es justo en el capítulo 18. Pablo citó al rey David. Si llevamos lejos el argumento de que nadie es justo llegamos hasta el extremo del absurdo porque la Biblia dice que Elizabeth y Zacarías eran justos (Lc 1, 6 y 2, 5), y mientras Pablo dice “nadie busca a Dios”, Cornelio sí lo buscaba (Hch 10, 3-5). Adán y Eva eran justos antes de pecar. ¿No son justos los ángeles y santos en el cielo? ¿No es Jesús justo? ¿Cómo puede Santiago decir en 5, 15: La oración eficaz del justo puede mucho si no hay justos?

Sin pecado concebida

Leemos en Lucas 1, 28 que Dios por medio de Gabriel llama a María muy favorecida (Sof 3, 14, Jl 2, 21; Zac 9,9), que en griego es KECHARITOMENE (llena de gracia) o “la perfección de gracia”. La raíz de esta palabra es caris que significa gracia(10). De hecho, la forma de la palabra en griego hace entender que María YA ES (pasado) perfeccionada en la gracia. Y, como dice Pablo (Fil 3, 9s), el pecado es in- compatible con esta. Es decir que en María no hay espacio, en su alma y corazón, para pecados. La gracia se opone al pecado. Nótese que María es llena de gracia ya. No dice “será llena”. ¿Cómo puede uno “ser lleno de gracia” si Jesús no había muerto todavía y somos pecadores desde nuestro nacimiento? María fue salvada por Jesús, pero antes de pecar; como cuando alguien salta a una alberca para salvar a otro que está ahogándose. Y antes de echarse al agua el “salvavidas” previene a otra persona de caer en la misma piscina. Entonces esta persona salva a la otra antes que caiga, salvándola al mismo tiempo que salva a los que están ahogándose.

María proclamó que Jesús era su Salvador (Lc 1, 47). Él la salvó de esta manera. Su obra redentora se aplica al pasado porque él salvó desde el principio del mundo (Ap 13, 8). Jesús también salvó a los grandes personajes del AT aunque nacieran antes que él. Pablo habla de como Dios lo escogió por su gracia antes de nacer (Gá 1, 15). Dios escogió a Jeremías así: antes que nacieses te santifiqué (Jer 1, 5). Como narra un pastor protestante que se convirtió a la Iglesia católica: “Mi esposa cuenta que Jesús la salvó de las drogas, de la prostitución, del terrorismo, etc. Es decir, por su fe en Jesús, ¡ella nunca cayó en estas cosas! Jesús la salvó de manera parecida como a María previniendo que ella cayera.”

Para poder hablar de María debemos aclarar qué entendemos por colaboración del hombre a la gracia de Dios. Hay varios textos bíblicos que nos ayudan a entender, por ejemplo 1 Co 3 ,9 y 2 Co 6, 1. La Iglesia dice que María colaboró con una gracia especial que el Padre le otorgó para que fuese preparada para ser madre de su Hijo divino. María articula esta colaboración plenamente : Hágase conmigo conforme a tu palabra (Lc 1, 37).

Más pruebas

Cuando entendemos que el AT prefigura el NT, y que el nuevo es mejor que el viejo (p. e. el Nuevo Adán es mejor), comprendemos que María está prevista por ejemplo en la “madre tierra” de la cual salió el primer Adán. Y esta tierra era sin mancha. No estaba bajo la maldición todavía (Gn 3, 17). Los elementos inmaculados de los cuales salió el primer Adán, prefiguran a María de la cual salió Jesús (Ro 5, 14)(11) .

María está prefigurada también en Eva, la madre de nuestra raza. (Hay que recodar que los tipos son solamente sombras de los antitipos del N. T.), Como vimos, ella es nuestra madre por ser la madre de la Iglesia cuerpo de Cristo (Ap 12, 17). Lo que Eva perdió por desobedecer, María lo corrigió por su fe: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra (Lc 1, 38). Mientras la serpiente venció a Eva (Gn 3, 13), Dios protegió a María de su mordedura: Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto… (Ap 12, 13-16).

Vemos en Génesis algo muy importante: dice la simiente suya (la simiente de la mujer) (3, 15), y la palabra griega en la versión de la Setenta es SEMENOS (semen en castellano). Entonces, ya que una mujer no tiene semen, la única mujer a quien se podría referir es a María, cuyo hijo fue concebido sin hombre, porque las demás personas nacen de mujer y hombre, de quien viene el semen. Génesis nos dice que existiría entre la mujer y la serpiente una enemistad completa y que la mujer iba a herir a la serpiente: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya. Esta mujer (María prefigurada) está en enemistad total con el diablo. No existiría tal enemistad total si María hubiese pecado como pecó Eva. No son socios. La serpiente es fuente de todo pecado y maldad. Al fin y al cabo es Dios quien hace que María no peque: YO PONDRÉ enemistad entre tú y la mujer (Gn 3, 15).

No hay que poner en oposición, Jesús o María como si fuera uno u otro. Los católicos vemos cómo los dos luchan juntos en contra del diablo (Gn 3, 15). En esta primera profecía del plan de la salvación, vemos que “la mujer” que prefigura a María y su descendiente (Jesús) luchan en contra de Satanás.

Es importante ver cómo María es prefigurada por otras mujeres que Dios utiliza para salvar a su pueblo del malvado. Las dos mujeres hieren la cabeza del enemigo de Dios en Génesis 3, 15: Jael, en Jueces 4, 21, mata a Sísara con una estaca en la cabeza. Y cómo Elizabeth le diría a María en Lc 2, 42, así a Jael le dicen: Bendita sea entre las mujeres (Jue 5, 24). Otra mujer que prefigura a María es Judít: Ella hace lo mismo con otro enemigo de Dios, Holofernes, le cortó la cabeza (13, 8) salvando así al pueblo de Dios. De ella como de María se dice: Bendita seas tú en todas las naciones (Jdt 14, 7).. El pueblo de Israel la alaba diciendo: El Señor te ha mostrado su favor. Qué el Señor Todopoderoso te bendiga eternamente (15, 9). Es claro, que estas mujeres: de Génesis 3, Jael y Judit prefiguren a María que Dios utiliza como instrumento en contra del enemigo. En el caso de María, el enemigo que ella vence es el diablo, quien fue vencido también por Jesús en la Cruz plantada en Gólgota. Lo interesante es que Gólgota quiere decir calavera (Jn 19, 17) . Entonces otra vez un enemigo de Dios -el enemigo supremo- es vencido por medio del símbolo de herir su cabeza: el madero de la Cruz plantada en la “calavera”.

También María es el Nuevo Tabernáculo. El primer tabernáculo fue detalladamente construido según Éxodo 25, 9 y 39, 42-43 para ser perfecto y sin mancha (2 Cr 7, 2). Esto prefigura a María. La gloria de Dios cubrió y llenó el primer tabernáculo (Ex 40, 34-38). Compara esto con las palabras de Gabriel en Lucas 1, 35 donde María está cubierta con esta gloria, sobre ella bajó la gloria del Espíritu Santo(12)

la-biblia-griega

María fue prefigurada como el tabernáculo perfectamente construido sin mancha. La traducción de los Setenta (LXX) utiliza la misma palabra y habla de la misma manera de María (el poder del Altísimo la llena en Lc 1, 35) como lo que pasó con el tabernáculo (Ex 40, 34-35).

Es claro también que Lucas quiere que veamos a María como otra arca de la alianza también construida perfectamente. Compara también segunda de Samuel (6, 9), vemos que David dice algo semejante a lo que dice Elizabeth a María (en Lc 1, 43): ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová?; David salta frente al arca (2 S 6, 14) como saltó de alegría Juan el Bautista frente a María(Lc 1, 44) la Nueva Arca de la Nueva Alianza que contiene a Jesús el verdadero pan de cielo (el primer arca contenía el maná). Y no es por casualidad que del arca se dice que estuvo en casa de Obed-edom geteo tres meses (2 S 6, 11), igual que se dice de MaríaY se quedó María con ella como tres meses (Lc 1, 56). Así se encuentra este enlace entre el arca construida perfectamente y María en el libro del Apocalipsis: Y el tempo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo Apareció en el cielo UNA GRAN SEÑAL: una mujer vestida del sol… (Ap 11, 19-12,1).

Como el monte Sinaí es santo porque Dios está allí (Ex 3, 5), aún más María es “santa” por la presencia de Dios en Ella. Es verdad que nada de estas cosas “prueban” sin duda la Inmaculada Concepción, pero sí la apuntan. Si tú fueras Dios, ¿Cómo crearías a tu madre con o sin pecado?

La idea de Dios al salvar a María de los pecados es para que ella no reciba en su alma el pecado de Adán que Pablo menciona. Jesús, siendo Dios, es perfecto y nada con mancha puede acercarse a Dios (Ap 21, 27). Dios habita en luz inaccesible (1 Ti 6, 16). Dios preparó a María para recibir por el Espíritu Santo al Hijo de Dios.

Lutero escribió más de 60 homilías y sermones alabando a María. Calvino escribió algunas también. Recientemente más y más protestantes (no fundamentalistas) están reconociendo el lugar privilegiado de María, como podemos constatar en charlas dadas en el congreso sobre María por los Luteranos, Reformados, etcétera.

¡Es curioso cuánto hablan (aunque en forma negativa) de María los hermanos!

Recientemente en el periódico Reforma (15.5.94) citaron a un misionero bautista que decía que María nació con pecado porque toda la descendencia humana desde el punto de vista de Génesis está maldita. ¿Incluye a Jesucristo quién es descendencia de David?

ASUNCIÓN DE MARIA AL CIELO

Ni permitirás que tu santo vea corrupción (Sal 16, 10b).

Pablo dijo a los corintios: así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados (1 Co 15, 22). Entonces, siendo que por el pecado de Adán todos mueren, María que fue salvada del pecado de Adán por Jesús no recibió el castigo de la muerte. Como vemos en Hechos 2, 27, la interpretación del Salmo 16 “no ver la corrupción”, quiere decir la descomposición del cuerpo.

Pablo admite la posibilidad de una asunción corporal (2 Co 12, 2-4). Los hermanos no tienen ningún problema con la idea de que Elías fue llevado al Cielo (2 R 2, 11) igual que Enoc (Gn 5, 24 y He 11, 5), ¡pero la Madre de Jesús es problema! La Iglesia primitiva no tuvo problema con la idea de la Asunción de María porque era una creencia que Moisés también fue llevado al cielo(13). Así que Judas nos da un tercer siervo fiel de Dios que fue elevado al cielo corporalmente, como vimos en el apartado sobre la tradición oral.

Los huesos de los santos siempre han sido venerados como se lee en los libros de los primeros cristianos. ¿Por qué nunca en ningún libro de los primeros cristianos se mencionan los huesos de María que hubieran sido más venerados? Porque María fue asunta a los cielos. Así testifican los primeros cristianos. Es importante recordar que la enseñanza católica no dice que María subió al cielo por sí misma, como hizo Jesús. Ella fue asunta, fue elevada por Cristo.

¿MADRE DE DIOS?

El Santo Se que nacerá será llamado Hijo de Dios (Lc 1, 35).

“Afirmar que María es la Madre de Dios es presumir que ella existió antes que Dios” (14) .

“Contra Nestorio, que ponía dos personas en Cristo, unidas moralmente, haciendo así a María madre del hombre-Jesús, pero no del hijo de Dios, el Concilio de Éfeso (a. 431) definió: ´Si alguien no confiesa que el Emanuel (Cristo) es verdaderamente Dios y, por tanto, que la Santa Virgen es Madre de Dios (griego: TEOTOKOS = dio a luz a Dios)… sea anatema…. Los pasajes novotestamentarios que avalan está definición son: a) Lucas 1:35… b) Lucas 1:43… c) Gálatas 4:4…” (15) .

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer...(Gá 4, 4).

La mayoría de los hermanos rechaza el título “Madre de Dios”, mientras que los católicos lo usan. Dicen que María es solamente “madre de Jesús” y no “madre de Dios”. La Iglesia católica defiende este título para defender la creencia de que Jesús es Dios y hombre, no solamente hombre. Entonces, dar a luz a Jesús es dar a luz al Dios verdadero (como dice Lc 1, 35), pero no es ser origen de Dios-Padre.

¿Habla la Biblia de que María es madre de Dios? Sí. Elizabeth dijo: ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? (Lc 1, 43). Para Elizabeth, “el Señor” es Dios como el contexto demuestra. Elizabeth dijo en v. 45 (y María en v. 46): creyó porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor. El ángel habló “de parte de Dios” y no era solamente el hombre Jesús. El “Señor” es Dios (vv. 46 y 47). La persona que nació de María es: Dios-con-nosotros (Mt 1, 23). Dios envió a su Hijo, nacido de mujer…(Gá 4, 4). Ver Mt 1, 23: La virgen concebirá y dará a luz a un hijo y lo llamarán Emanuel <<Dios con nosotros>> Por eso Ignacio de Antioquía dice: “Nuestro Dios, Jesucristo, fue concebido en María según el plan de Dios” .

El título “Madre de Dios” (TEOTOKOS) es antiquísimo. Un pedazo de papiro fue hallado en Egipto con fecha de 260 d.C. invocando la intercesión de la Teotokos (Papiro 470 en la Biblioteca John Rylands, Manchester). Cuando se proclamó en el Concilio de Efeso, multitudes de personas en las calles gritaron entusiastamente: “Hagia Maria Theotokos Santa María, Madre de Dios!

El error protestante proviene de confundir este concepto: madre de Dios, con este otro: creadora de Dios. La madre no crea nada, solamente forma de su propia substancia un cuerpo el cual viene a animar un alma. Es Dios Padre quien engendró a su Hijo. Así, la Virgen María formó un cuerpo que, animado por un alma, el Hijo de Dios asumió para sí en el primer instante de su formación sobrenatural. Y María, siendo madre de Jesús es nuestra madre también porque Jesús es nuestro hermano (Ro 8, 29).

Los fundamentalistas dicen que María era la madre de la naturaleza humana de Cristo no de su naturaleza divina. Pero al reflexionar nos damos cuenta de que esto es erróneo. Nuestras madres no son madres de nuestra naturaleza sino de nosotros. Es una persona la que es concebida no una naturaleza. Lo que nació era la persona de Jesús no una naturaleza. La madre de una criatura no genera su alma, pero aún así no es llamada madre del cuerpo del niño sino la madre de este.

Los hermanos de la Iglesia la Luz del mundo dicen: “No. 9 Año 431 D.C. MARÍA MADRE DE DIOS. …Que es madre de Dios es mentira. En Hechos 1:24 dice que es madre de Jesucristo, no de Dios”(16) . (Atención lector, Hechos 1,24 ¡no tiene nada que ver con el asunto!).

Madre de todos

María es nuestra madre espiritual. ¿Cómo? Vimos que María, es la madre de Jesús, y que nosotros somos sus hermanos. Vimos también que la Iglesia es el cuerpo de Jesús (Él es la cabeza del cuerpo dice Pablo a los Efesios). ¿Será que María es solamente la madre de la cabeza del cuerpo? Si María es madre de Jesús, y la Iglesia es cuerpo espiritual de Cristo, María es madre de la Iglesia espiritualmente. Si Eva fue la madre físicamente de todos nosotros, y María es la nueva Eva en manera espiritual (la “mujer”), ella es nuestra madre espiritualmente. Por la primera vino el pecado, por la segunda vino quién venció al pecado.

Abraham es llamado nuestro padre en la fe por ser instrumento de Dios (Ro 4, 11-18). María lo fue también (Lc 1 y Mt 12, 50). Si no tenemos problema en llamar a Abraham nuestro padre, ¿por qué oponerse en llamar a María madre? Por esto, como Abraham, María es nuestra madre espiritual que Jesús nos entregó (Jn 19, 26-27).

María es “obra maestra” de Dios. Es ejemplo de lo que Dios puede obrar en nosotros cuando no ponemos obstáculos, como dudas, egoísmos y pecados. ¿Has visitado un museo donde las obras de un artista están presentadas al público? ¿Podías imaginar el artista ofendido por contemplar su obra maestra? ¿Estaría molesto porque la gente vea su obra de arte en vez de a él? Por supuesto que no. El artista recibiría honor por la atención que das a su obra. Y María es la obra de Dios desde el principio hasta el fin. Y si alguien alaba a uno de tus hijos, ¿les interrumpes diciendo: “Por favor dame el crédito”? No. Sabes que estás honrado cuando honran a tu hijo. Igual, Dios recibe el honor y gloria cuando sus hijos son honrados. Si Pablo pudo llamarse “padre” de los corintios y tesalonicenses (1 Co 4, 15 y 1 T 2, 2-11), ¿Por qué es tan difícil pensar que María puede ser nuestra madre espiritual? María es nuestra madre por el simple hecho de su fe en Cristo (Mt 12, 50). ¿Has aceptado a María como tu madre personal?

Los reformadores protestantes dejaron tres fiestas en honor a María por su fundamento bíblico y su vínculo con Cristo: La Anunciación, la Visitación y la Purificación (Presentación de Jesús al templo).

En su Comentario al Magnificat Lutero hizo esta oración: “Oh bienaventurada madre, virgen dignísima, acuérdate de nosotros y obtennos que también el Señor haga grandes cosas en nosotros”.

El Rosario

rosario o camandulaLos hermanos nos critican porque oramos el rosario. Ellos citan a Mateo para “probar” que el rosario es repeticiones de oraciones vanas: Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos (6, 7). Es un caso de no saber distinguir entre oraciones repetidas y oraciones que son “palabrería”. El asunto de esta cita es: “palabras vanas” (vanas repeticiones), y que en orar con mucha palabrería, uno será oído. Así los paganos pensaban que podían manipular y controlar a sus dioses con muchas palabras, pero Dios no puede ser controlado (ver 1 R 18, 25-29).. Las oraciones de los gentiles resultaron vanas por esta razón.

Jesús repitió tres veces su oración en el huerto de Getsemaní utilizando las mismas palabas.. En Marcos leemos: otra vez fue y oró diciendo las mismas palabras (14, 39). El nos dio el ejemplo de la viuda que persistía en su oración (Lc 18, 1-8). Día y noche los ángeles repiten Santo, Santo, Santo en el cielo (Is 6, 3 y Ap 4, 8). Dios estaba contento con las oraciones repetidas de los jóvenes en el horno (Dn 3, 52-90). Pablo nos dice: Orad sin cesar (1 Ts 5, 17) Los mismos hermanos han repetido el Padre Nuestro por lo menos una vez en su vida.

El rosario se compone del Padre Nuestro, de Ave Marías -cuyas fórmulas derivan de la Biblia- y de meditación acerca de los misterios de la vida de Jesús. Cuando oramos el Rosario decimos bendita eres entre todas las mujeres, así cumplimos la profecía bíblica que proclamó María: desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones (Lc 1, 48). Bendecir es igual a decir bienaventurada/feliz como vemos en otras traducciones. El Rosario cumple la profecía. Si Dios nos bendice (Ef 1, 3), y bendice a María por medio de Gabriel, ¿por qué nosotros no vamos a bendecirla? Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la guardan (Lc 11, 28).

Jimmy Swaggart, antes famoso televangelista dice que al orar con el rosario uno habla a María diez veces más que a Dios (un Padrenuestro). Es falso porque bendecimos a Jesús igual en cada “Ave María” cuando decimos “y bendito es el fruto de tu vientre Jesús”. Además, ¿será el hecho de que el nombre de Pablo ocurre 126 en Hechos, mientras el de Jesús sólo está mencionado 68 veces, implique que el autor de Hechos piensa más en Pablo que en Jesús? El hecho de que el libro de Ester ni siquiera menciona el nombre de Dios no quiere decir que el autor era ateo. María no guarda nada para sí misma sino siempre apunta a su Hijo: Haced lo que os dijere (Jn 2, 5).

El rosario no es repetir palabras vanas. Cuando tus hijos te dicen “Yo te amo mamá” vez tras vez todo el día, nunca les castigas diciendo “hijo, esto es repetición vana”. Igual nosotros como hijos de Dios y de María decimos “Te quiero mamá, ora por mí a Dios”. Aunque repetidas, las palabras son vanas solamente si los decimos sin sentido, como robots.

En resumen: La Iglesia católica reconoce que, para algunas personas, la devoción a María podría llegar al extremo, es decir, sin tomar en cuenta su relación con Jesucristo. Ella es una criatura finita y Cristo es infinitamente más grande que ella. El punto de referencia en la devoción a ella es Cristo; cada creencia sobre ella tiene su significado en el contexto del Salvador. Por ejemplo, la creencia en la Inmaculada Concepción es entendida dentro de la teología de que la Iglesia es la inmaculada esposa de Cristo y la Asunción al Cielo prefigura lo que pasará con la Iglesia cuando Cristo venga al fin de los tiempos: todos iremos a su encuentro. El Papa Pablo VI recalcó que Cristo es el único camino al Padre y por eso la devoción a María está entendida como el medio para llevarnos a él: Haced todo lo que os dijere (Jn 2, ,5). Y como el Papa señaló, estas son palabras que armonizan completamente con aquéllas dichas por el Padre celestial cuando Jesucristo fue transfigurado: A él oíd (Mt 17, 5).

¿Qué dijo la Iglesia primitiva?

Los Privilegios de María.

Justino Mártir (155): Diálogo con Trifón, 100.
Ireneo (189): Contra las herejías, 3:22:24.
Tertuliano (210): Sobre la Carne de Cristo, 17:4.
Epifanio (374): El Hombre Firmemente Anclado, 120 y Haereses (también conocido como “Panario” o “Botiquín”), 78:6.

Madre de Dios.

Ireneo (180): Contra las herejías, 5:19:1.
Alejandro de Alejandría (324): Carta Encíclica a todos los Obispos no egipcios, 12.
Efraín (338-373 d.C.): Cantos de Alabanza, 1:20.
Atanasio (365): Tratado de la Encarnación del Verbo, 8.
Cirilo de Jerusalén (350): Lecturas Catequistas, 10:19.

Y finalmente:

“Si la devoción a la Santísima Virgen se separase de su Hijo, sería preciso desecharla como una ilusión del demonio”( Las glorias de María Luis de Ma. Grignon. de Montfort, Primer parte, Cap, II, Primera Verdad, pár 4)

Del libro Nuevo Diccionario de Mariología, Stefano de Fiores y Salvatore Meo, Edic Paulinas, España, 1988:

“En la Santísima Virgen se cumplen a maravilla las condiciones para tener parte activa en la realeza de Cristo. Desde la anunciación a pentecostés abrazó el designio divino sobre su propia existencia, prestó oídos a la palabra de Dios, le siguió en las pruebas incluso hasta la hora suprema de la inmolación. Ahora, por tanto, en comunión con toda la iglesia, consigue el premio de tanta fidelidad. Recurriendo a la imagen del Apocalipsis, diremos que Cristo hace sentar a su madre junto a sí sobre su trono (Ap 3,21), haciéndola copartícipe de aquel divino poder que él tiene de someter a sí todas las cosas (p. 1719).

“La mujer del Apocalipsis 12 lleva una corona. Parto doloroso de la mujer es María al pie de la cruz. Vestido con el sol = llena de gracia (Sal 104, 2; Ez 16, 10-13a; Is 52, 1; Cnt 6, 10). Estrella zona de Dios (Is 14, 13; Job 22, 12)”.

Fuente: Pbro. Daniel Gagnon

 

 


NOTAS

1. Rodelo Wilson argumenta que Elizabeth dijo bendita tú entre todas las mujeres, y no bendita sobre las mujeres y, entonces, María no es especial. Pero el hecho de que solamente lo dijo a ella “bendita tú”- y no a otras resulta igual. María es una mujer entre las mujeres como Jesucristo vivió entre los hombres (Fil 2, 7), pero no por eso Jesús no es sobre los hombres. A fin y al cabo, si Dios nos puede bendecir como nos recuerda Wilson (ver Ef 1, 3), ¡cuánto más nosotros podemos bendecir a la madre de su Hijo! Quizá si cambiemos el orden de las palabras dichas a María por Isabel: Entre todas las mujeres, bendita eres tú, vemos más claro que Dios sí la está elevando.

2. El Evangelista Juan no menciona el nombre de María. Dice “mujer”. En el libro de Benko leemos, “Jesús se dirige a María como <mujer> (GUNAI), un término que suena a falta de respeto. En el uso, en el Nuevo Testamento, sin embargo, la palabra no es irrespetuosa en manera alguna…. equivale a nuestra expresión <señora>. La palabra sí es cortés…”.(Los Evangélicos Los Católicos y la Virgen María, p.20).El castigo por no honrar a la madre era la muerte en el A.T.

3. En el Comentario Bíblico San Jerónimo (Tomo IV, NT II, p. 434) leemos: ” Si Juan ha visto desarrollarse una nueva historia de la creación en los precedentes <<siete días>>, también reservó un puesto especial para aquella a la que Jesús se dirigió llamándola <<mujer>>. La mujer de la primera creación fue llamada <<Vida>>,… porque fue <<madre de todos los vivientes>> (Gén 3, 20). Ella es madre de Jesús y Él es primogénito entre muchos hermanos (Ro 8, 29). María es madre de la nueva vida, no sólo de la Palabra hecha carne, sino de todos aquellos que viven en virtud de su vida (14, 19s). Ella es, dicho con otras palabras, una figura de la Iglesia, la nueva Eva, como la llamaron los Padres (de la Iglesia primitiva). Otra representación… semejante aparece en la mujer de Ap 12, que es simultáneamente la madre de Cristo y del nuevo Israel, donde también las imágenes de Gén. han servido para inspirar la visión. Teniendo esto en cuenta, podemos comprender la importancia de que se la vuelva a llamar <<mujer>> en 19, 26s, donde el discípulo amado, representando a todos los cristianos, es encomendado a ella como a su propia madre” (Ediciones Cristiandad, Madrid, 1972).

4.  Siguió el tema IreneoContra las herejías, 3:22; Tertuliano en De la carne de Cristo, 17:5-6; Victorino de Petovio (año 304) en De fabrica mundiAfraates Demostraciones, 4:6 Enfren enCarmina Soghita, 1 y Himnos sobre la Iglesia, 37, Jerónimo Cartas a Eustoquia Núm 22:21 y 22:19

5.  1 R 22, 42; 2 R 5, 3; 8, 26; 9, 6-7 y 22; 12, 1; 14, 2; 15, 2 y 33; 18, 2; 22, 1; 23, 31 y 36; 24, 18 Is 24, 2; Sal 123, 2; Pro 30, 23, etc.

6.  Es interesante notar cómo la mujer de Ap 12 que simbolizan a María, (porque dio a luz a Jesús, no era Israel que le dio luz) está vestida: con el sol y la luna debajo sus pies. En Génesis y otros lugares en la Biblia, el sol y la luna simboliza el poder de reinar: E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease el día (1, 16). En Salmo 89 el trono (v. 27) del rey es como el sol (v. 36). Y cuando Jesús se transfiguró, su rostro resplandeció como el sol (Mt 17, 2. Ver Mal 4, 2), María, la mujer del Apocalipsis está vinculada con este mismo poder real.

7.  En Jeremías 7, 18 el profeta deploró la devoción a la “reina del cielo”. Pero éste se refería a la diosa de la fertilidad: Ishtar. No tiene nada que ver con María.

8.  Recientemente (1996) se publicó el libro Mary Through the Centuries (María a través de los siglos), Yale University Press por el famoso historiador luterano Jaroslav Pelikan donde demuestra la tipología de María y figuras del Antiguo Testamento (Eva, Miriam, etc). Además, el autor asegura claramente que no hubo influencia entre la diosa-madre de los paganos y la creencia católica de María la reina.

9.  La palabra griega para “todos” no necesariamente indica universalidad absoluta. En Romanos 5, 12 Pablo dice que la muerte pasó a todos, pero sabemos que Enoc y Elías no murieron. (Ver “todo” en Hch 1,1, y Mc 16, 20).

10.  En el artículo llamado Reina por S. de Fiores Nuevo Diccionario de Mariología leemos: “La Virgen es presentada en términos propios de la realeza al ser llamada por el ángel kejaritoméne (Lc 1, 28). La gracia , en efecto, expresa en el AT el favor real (1 Sam 16, 22; 2 Sam 14, 22; 1 Rey 11, 19) y el amor (Cant 8, 10) o incluso ambas cosas como en Ester (2, 17; 5, 8; 7, 3; 8, 5)” p. 1725.

11. “El comienzo de Mt 1, 1 suena de esta forma: ….Libro de la generación de Jesucristo. Pues bien, observan algunos exégetas, el título es el mismo que aparece en Gén 2, 4 a propósito de la creación del mundo: Estos son los orígenes de Adán. (“generación” y “orígenes” siendo la misma palabra GHENÉSEOS)… De este visible paralelismo entre Mt 1, 1 y Gén 2, 4; 5, 1 algunos deducen la siguiente conclusión: Mateo considera el génesis-nacimiento de Jesús como una segunda creación: Cristo es el nuevo Adán en el seno de María (cf Mt 1, 18.21) sería como la nueva tierra virgen de la que el Espíritu de Dios plasma al que es origen de la nueva humanidad” Nuevo Diccionario de Mariología, p. 308.

12.  “Hay un paralelismo entre Lc 1, 35 y Ex 40, 34-35. La fuerza del paralelismo está aquí. Como la nube que envuelve la tienda de la reunión significa que el interior de la morada está lleno de la gloria del Señor, así el poder del Espíritu que desciende y cubre con su sombra a María hace que su seno quede lleno de la presencia de un ser que será Santo e Hijo de Dios. La punta de los paralelos señalados está en la equivalencia entre “la gloria del Señor” por una parte y los apelativos Santo e Hijo de Dios por otra. El niño que deberá nacer de María será de naturaleza divina” (Nuevo Diccionario de Mariología, pp. 1176-1178).

13.  Judas 9 cita el libro de la Asunción de Moisés, como ya vimos en el tercer tema.

14.  Ibid, Jeter, p. 67. El autor evangélico Rodelo Wilson en su libro Investigando la Trinidad (Edit. CLIE, 1994) escribe: “Bajo ninguna (¿de verdad ninguna?) circunstancia podemos afirmar que María sea la madre de Dios… Confirman las Escrituras cuando dicen en Mt 2, 17 que los reyes magos <<entrados en la casa, vieron al niño y a su madre>>. Ella se llama Madre del niño no de Dios” (p. 159). Señor Wilson, ¿quién era este niño?

15.  Ibid, Lacueva, p.94 Aquí vemos un teólogo evangélico que, por lo menos esta única vez, afirma la doctrina católica. Anteriormente admitió que: “Uno de los signos del creciente acercamiento de muchos <protestantes> a la Iglesia de Roma es el nuevo interés en la Mariología, despertado entre las altas jerarquías de la Iglesia Anglicana y entre muchos de los teólogos <ecumenistas>” (p. 90). Por su uso de comillas se ve que el Sr. Lacueva no está de acuerdo con estos “protestantes” “ecumenistas”.

16.  Pequeña Recopiliación de Estudios Bíblicos Elementales. un manual hecho por La Luz del Mundo para los “obreros evangelistas”

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Significado del nombre de María

En el idioma popular significa: “La Iluminadora”. (S. Jeronimo M 1.23.780). En el idioma arameo significa: “Señora” o “Princesa” (Bover). El significado científico de María en el idioma hebreo es: “Hermosa” (Banderhewer).